La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que la incorporación de las unidades móviles de antígenos, que ha puesto en marcha la Consejería de Sanidad, “está generando una tremenda confusión entre los ciudadanos y en la gestión de Atención Primaria, que la Junta debe aclarar y explicar, de manera inmediata”.

El sindicato lamenta “la precipitación, descoordinación y falta de criterios” con la que se ha llevado a cabo la puesta en marcha de esas unidades móviles. Según asegura este sindicato las unidades móviles “no solo no están aliviando la presión asistencial en los centros de salud, sino que incluso la han empeorado”, según le están trasladando los profesionales de Atención Primaria, “que muestran su enfado porque los usuarios que se han hecho los test en las nuevas unidades, luego han acudido a las urgencias del centro de salud porque no tenían los resultados, para repetir el test, para que les traten los síntomas, o para gestionar las bajas laborales, entre otras cuestiones, lo que aumenta la sobrecarga de trabajo al personal de los centros de salud”.

“La saturación de la sanidad pública no se resuelve haciendo que una empresa privada realice un test de antígenos. Son muchos los aspectos sanitarios que hay que gestionar y valorar”.

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