El diálogo entre la línea y el plano curvo, entre el papel y la madera representa la propuesta que reúne el artista zamorano Federico Osorio Lobo en la galería de arte Orfila de Madrid.

En “Vacío y color” el creador aúna pintura y escultura, en concreto 36 acuarelas y ocho esculturas. “Se trata de una muestra muy variada porque uno no se limita a ser creativo en una única faceta” explica el zamorano natural de Fuentes de Ropel y residente en Segovia que trabaja el grabado, la escultura y también la pintura.

Un intenso colorido atrapa la atención del visitante. Una colorista paleta protagoniza toda la producción en acuarelas. “Tengo la suerte de trabajar en un espacio grande que me permite empaparlas y luego voy echando capas de pigmento, lo que hace posible lograr esos colores tan vivos”, describe el autor que ha alumbrado obra en gran formato sobre papel plano tras una amplia investigación sobre color, la forma y la luz . “Son obras que me han salido muy espontáneas, si es que se puede decir eso en pintura” comenta entre risas para añadir: “Hay mucha técnica detrás, pero han sido momentos de auténtico disfrute, sin duda, fruto de un proceso de madurez artística”. A mayores esta misma técnica pictórica la utiliza con las esferas creadas a partir de la experimentación con papel. “Como me gusta mucho el volumen cuando trabajaba más el grabado empecé a experimentar con los volúmenes y a trabajar el papel con pliegues”, describe al tiempo que detalla que paulatinamente ha ido buscado y obtenido volumen con papel. Los primeros frutos, unas semiesferas, pudieron verse en la muestra titulada “Lo mundano y....” que pudo descubrirse en la sala de exposiciones de la Encarnación de la capital el año 2019.

El artista Federico Osorio con varias de sus obras. | F.O.

Tras volver a su estudio Federico Osorio Lobo prosiguió innovando y apostando por generar masa de papel a partir de fibra de papel puro, amasada y mezclada con colas. A mayores, sobre este soporte, en algunos casos, “si puedo voy pintando a la vez que voy situando el papel porque en húmedo se consigue un resulto muy interesante con los pigmentos. Es una acuarela aplicada en volumen”, describe el creador. Desde la galería de arte Orfila, un espacio con más de cinco décadas de trayectoria en Madrid, remarcan que el artista consigue “hacer liviano lo denso” a través de un estudio pormenorizado del volumen y del vacío en unos huecos y sugerentes formas, en unas atractivas burbujas que son complejas y frágiles a un mismo tiempo.

Respecto a la producción escultórica, Federico Osorio ha apostado por piezas realizadas en bronce, en madera de nogal y de encina, de formato pequeño y medio junto con una de roza los dos metros de altura, en la abstracción que le caracteriza.

Federico Osorio Lobo, que ahora encara la preparación de una nueva exposición para Aranda de Duero, combina la escultura, la pintura y el grabado. Comenzó a trabajar la talla a los 18 años. Graduado en Artes Plásticas y Oficios Artísticos, amplía conocimientos en el taller municipal de Grabado Calcográfico de Valladolid y el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Desde sus comienzos juega con la experimentación y concibe la creación como una actividad espiritual. Realiza, desde el año 2010, exposiciones individuales en distintos puntos de España y de Portugal. Ha participado en numerosas ferias internaciones de arte en Marbella, Bolonia y Milán, en Italia; Zúrich, en Suiza o en varias ediciones de Arcale en Valladolid, o en diferentes citas de Estampa desde el año 2008.