Año nuevo, más impuestos. La “vida nueva” de la que habla el refrán se queda muchas veces en la misma de antes, pero más cara. Como cada mes de enero, son los productos básicos y los impuestos los que se encargan de hacer más empinada si cabe una cuesta de enero que este año, con la sexta ola acechando, se prevé incluso más larga que de costumbre.

Por partes, conviene hacer dos apartados. Primero, lo que baja y segundo, lo que sube. El primer capítulo se acaba pronto: no baja nada. Si alguien esperaba ver reducido algún producto esencial con la entrada de 2022, que se vaya olvidando. Segundo, lo que sube. Aquí sí hay novedades. La luz amenaza con empezar el año con la misma tendencia con la que ha acabado 2022, al igual que el gas. Los carburantes no se quedarán atrás e iniciarán el nuevo periodo con alzas de precio.

Si se profundiza en el detalle, lo primero que hay que analizar son los impuestos. Sube el impuesto de sociedades, que es el que grava el beneficio de las empresas. De las grandes, sí, pero también de las pequeñas y medianas. Este año el tipo mínimo se quedará en el quince por ciento de la base imponible.

Los autónomos también sufrirán las consecuencias. Tanto la base mínima como la base de cotización aumentarán un 1,7% en el ejercicio que ahora comienza. Se trata de una subida de algo más de quince euros mensuales en la base mínima con respecto a las cantidades que se han barajado este año. Los tipos de cotización seguirán siendo los mismos.

Será también más caro comprarse un coche en el año recién estrenado. El impuesto de matriculación se incrementará prácticamente un cuarenta por ciento debido a la nueva normativa de homologación de medición de emisiones de los vehículos. Según la patronal, esto supondrá un aumento medio de doce euros en la letra mensual de un coche, siempre que se pague a plazos, claro está. Una piedra más para los concesionarios, que sufren ya escasez de vehículos nuevos por la crisis de suministros de los microchips. En la provincia, de hecho, la matriculación de coches nuevos se ha reducido más de un doce por ciento pese al mayor interés de los compradores en adquirir vehículos nuevos.

Tendrán también menos desgravaciones los alrededor de 37.000 zamoranos que cuentan con algún plan de pensiones privado. Los Presupuestos Generales del Estado del año pasado ya redujeron la cantidad máxima que se podía desgravar, que paso de los ocho mil euros anteriores a un tope de 2.000. Con los presupuestos que el pasado martes aprobó el Congreso de los Diputados la cantidad total baja a 1.500 euros.

A nivel regional no hay cambios, pues no hay cuentas. Los beneficios fiscales anunciados por el presidente en la presentación del proyecto de los presupuestos se han quedado en nada porque no hay presupuestos, pues las Cortes han sido disueltas y se han convocado elecciones.

En el plano local, asegura Diego Bernardo, concejal de Recaudación y Rentas, no hay subidas ni bajadas de impuestos significativas. La única novedad hay que buscarla en el impuesto de plusvalías, novedades derivadas de la reciente sentencia del Tribunal Constitucional. Cumpliendo la ley, el Ayuntamiento —como el resto de administraciones locales de Zamora—solo cobrarán la plusvalía cuando haya beneficio con la venta del inmueble y no siempre, como se hacía hasta ahora. En el caso de Zamora esto supone, aproximadamente, un descenso de 2,3 millones de euros en las cifras de recaudación.

Por lo que refiere a la capital, el calendario del contribuyente arrancará en el mes de marzo con el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y concluirá en diciembre con la tasa por ocupación de terrenos de uso público por mesas y sillas. De esta manera, el IVTM marcará la apertura del año fiscal con un periodo de cobro voluntario que se prolongará desde el 10 de marzo hasta el 9 de mayo, con fecha de cargo de recibos domiciliados el 7 de abril. Unas fechas que son exactas a las de la tasa que grava los cajeros automáticos en vía pública. La siguiente tasa para el cobro es la de recogida de residuos sólidos, las basuras, en cuota fija; en esta ocasión, el periodo voluntario irá del 5 de mayo al 4 de julio, con cargo de recibo domiciliado el 7 de junio. El IBI se cobrará en verano.

48.000 pensionistas cobrarán más mientras que el Salario Mínimo sigue en 965 euros

Entre 22 y 25 euros al mes para los jubilados. Las pensiones subirán este año bastante más que en los últimos ejercicios, lo que se traducirá en una importante inyección económica para los pensionistas zamoranos. Los que más lo notarán serán los jubilados, con las cifras antes apuntadas, pero las pagas aumentarán para todos los perceptores de una paga pública —en general, los pensionistas de la provincia ingresarán entre 20 y 21 euros más que el año anterior—. Hay que remontarse muchos años atrás para encontrar unos datos similares. De hecho, las subidas han sido siempre inferiores a la que se prevé para el año que viene desde que, hace más de una década, estallara la crisis inmobiliaria. En 2008, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó una revalorización de las pensiones de entre el 4,1 y el 6,5%. Desde entonces, nunca se ha llegado al dos por ciento. La subida afecta a 48.000 pensionistas en la provincia de Zamora, la mayoría de ellos jubilados. Lo que se mantiene, al menos de entrada, es el Salario Mínimo Interprofesional, al que se remiten los convenios colectivos de cerca de 20.000 trabajadores en la provincia de Zamora. Así, los empleados que tengan sus nóminas condicionadas por el sueldo base se tendrán que conformar, al menos de momento, con los 965 euros brutos en catorce pagas que se aprobaron en el último tramo del ejercicio 2021. El Gobierno ha preferido aparcar esta cuestión en su intención de buscar el entendimiento entre agentes sociales para sacar adelante la reforma laboral, que ha pasado ya por el Consejo de Ministros y que llegará al Congreso en el mes de enero. Con todo, el Ejecutivo subraya que no renuncia a subir el Salario Mínimo, que podría actualizarse en los próximos meses.

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Luz, gas o combustible: el nuevo año comienza con la misma tónica

La luz seguirá en enero con la misma tendencia mostrada en las últimas semanas. Esto es, al alza. Además, la electricidad, como base de cualquier sistema productivo, amenaza ya de forma muy seria con aumentar el precio de los bienes y servicios en general. De esta forma, los particulares tendrán que pagar más por menos, lo que resta poder adquisitivo. La tendencia al alza continuará en el primer trimestre del año sin que los expertos se pongan de acuerdo sobre cuándo terminará. Los más optimistas hablan de primavera de 2022 y los más pesimistas hablan del año 2024. Se prevé que el gas aumente de precio también con la llegada del nuevo año, así como los carburantes, que cerraron el último ejercicio un veinte por ciento por encima de los precios del año pasado. En realidad, prácticamente todos los bienes y servicios comenzarán el año al alza en un contexto inflacionista como el actual. De ello avisaban desde el Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora, desde donde además incidían en que el alza de los precios de los últimos meses amenaza el buen ritmo de la recuperación económica. Según el colectivo, Zamora y Castilla y León se encuentran “en una nueva fase de desaceleración de la economía” después del crecimiento del segundo trimestre del año. El director de ECOVAEstudios, Juan Carlos De Margarida, lamentó durante la presentación del último observatorio que “la coyuntura económica de la región está oscilando de la certidumbre a la incertidumbre”, y aseveró que “el incremento continuado de una inflación persistente, junto con la escasez de la oferta, está generando inestabilidad en consumidores y productores que se traduce en un malestar social”.