El "miedo al contagio" en esta sexta ola de ómicron ha sido la mayor restricción en la celebración de esta Nochevieja de 2021 y de la llegada de 2022, que ha pasado por la capital sin incidentes, con alguna pelea puntual que no ido más allá de pequeños altercados, tanto es así que a la llegada de las patrullas de la Policía Municipal o de la Policía Nacional no quedaba rastro ni de los protagonistas, según informan sus responsables de ambas fuerzas de seguriad.

Así, el único suceso reseñable, ocurrió ya de mañana, hacia las 10.00 horas, cuando una dotación de la Policía Municipal tuvo que intervenir en una pelea entre dos jóvenes y una mujer que trataba de calmar los ánimos, pero sin que se causaran heridas, de modo que en cuanto hubo presencia policial cesó la disputa, ha explicado la concejala de Seguridad Ciudadana de IU en el Ayuntamiento de Zamora, Concha Rosales.

La caída de la práctica totalidad de los cotillones previstos en los establecimientos hosteleros para celebrar la llegada de Año Nuevo redujo considerablemente el número de zamoranos que optó por salir a partir de la medianoche de sus casas para continuar la fiesta en los locales de ocio nocturno para celebrar la llegada del año 2022, lo que influyó en esa "noche muy tranquila" que describe la concejala de Seguridad Ciudadana .

Los agentes municipales no tuvieron que denunciar a ningún conductor bajo los efectos del alcohol ni asistir a ninguna persona afectada por coma etílico, tan habituales en tiempos anteriores al COVID-19 en este tipo de celebraciones. Por lo demás, la atención sanitaria por la ingesta de alcohol fue puntual, "hubo alguna intervención en auxilio de alguna persona ebria que se dirigía su casa, pero sin causar incidentes", apunta Concha Rosales.

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Las llamadas de vecinos al cuartel de la Policía Municipal no faltaron para denunciar el exceso de ruido, que cesaron en canto hicieron acto de presencia los agentes, por lo que no fue precioso cursar una denuncia.

El balance positivo va, sin duda, vinculado a esa calma entre los ciudadanos, conscientes de que "el contagio es muy fácil y yo creo que hay miedo", ha concluido Concha Rosales.