Clara San Damián ha estado al frente de la Delegación Territorial de la Junta en Zamora en el segundo año de pandemia, el de la esperanza, aguada por la maldita sexta ola del coronavirus que tiene contagiada a media provincia. La política defiende el adelanto electoral decidido por su jefe, Alfonso Fernández Mañueco, pero asegura que la administración no se va a parar en ningún momento por el proceso y de hecho, en Zamora están lanzadas ya inversiones para proyectos muy importantes. Tantos que, ironiza, Guarido debería votar a Mañueco.

–El adelanto electoral se ha colado en el balance del año 21.

–Alfonso Fernández Mañueco ha convocado las elecciones en un ejercicio de responsabilidad: para no poner en riesgo la estabilidad de Castilla y León pone en riesgo la suya propia como presidente. Es un acto de responsabilidad y generosidad. La confianza en el equipo y la lealtad al jefe son imprescindibles en cualquier ámbito de vida, p tanto que cuando falta la lealtad y desaparece la confianza, divorcio seguro. Por el bien de la familia hay que tomar una decisión, en este caso acertada por el futuro de la comunidad.

–El balance de 2021 ha seguido marcado por la pandemia del coronavirus. Nos las prometíamos muy felices cuando cerraron los vacunódromos, pero a final de año el virus está desatado, vamos como en la montaña rusa.

–Este ha sido el segundo año de pandemia muy diferente al primero, marcado por la incertidumbre, el miedo y dar pasos casi a ciegas, a pesar de lo cual se hizo una gestión razonablemente buena. Si ese primer año fue el de la resiliencia, el de a ver cómo aguantábamos, este segundo ha sido el año de la remontada, el de dar un paso más allá de la sanidad y empezar a pensar en otras cosas. En la sanidad, nos hemos centrado en la vacuna, que es claramente nuestra actividad fundamental.

–Hubo muchas dudas respecto a la eficacia de centralizar prácticamente toda la vacunación en los vacunódromos de Zamora y Benavente y las cifras avalan que se acertó: Zamora ha liderado la vacunación en Castilla y León.

–Nos esforzamos mucho en explicarlo, centralizarlo va a ser mejor porque va ir más rápido. La gente al principio no lo entendió, pero luego lo aceptó y se ha demostrado que fue lo más eficaz. A los más mayores los hemos vacunado en los pueblos, pero de 70 año para abajo quien más quien menos viene a Zamora a hacer alguna gestión y, en este caso, había que hacer un esfuerzo. Entre la colaboración de los ciudadanos y la buena gestión de los responsables de la campaña se han conseguido buenos resultados.

–Este año ha mejorado mucho la situación del hospital pero la Atención Primaria ha sufrido lo suyo.

–La Atención Primaria ha llegado al colapso en muchas partes de España por la pandemia y en la provincia se han sumado los males endémicos que existían y es preciso solucionar. Es un objetivo prioritario del presidente Mañueco. El compromiso con la Atención Primaria es no cerrar consultorios, no quitar un solo médico y garantizar la asistencia digna y adecuada a todos los zamoranos. El plan que se ponga en marcha se hará siempre de acuerdo con los vecinos, los alcaldes y médicos de la zonas y de forma individualizada, porque cada territorio es un mundo: la zona básica de salud de Campos no tiene ningún problema, está con todas las plazas cubiertas, los consultorios abiertos y la cita previa funcionando desde hace años. Pero hay otras zonas con una situación mucho más compleja, por distintos factores.

–Sin embargo la sanidad y en concreto la Atención Primaria ha sido el principal foco de protesta social en la provincia.

–Todo el mundo tiene derecho a protestar y los alcaldes el deber de transmitir el malestar de los vecinos. Están en su legítimo derecho y no me parecen mal las movilizaciones. Pero detrás de estas pancartas hay claramente un interés político de los socialistas, y de hecho tampoco se esconden, se ven las caras de quiénes son, que normalmente suelen coincidir de los que se manifiestan por otras cosas, como las macrogranjas. Es una campaña permanente contra la Junta de Castilla y León por interés político.

Todo el mundo tiene derecho a protestar por la sanidad, pero detrás de estas pancartas hay una intencionalidad política por parte de los socialistas

–¿Y los otros efectos de la pandemia, los económicos y sociales?

–El año 21 tenía que ser el de la remontada y el 22 de la recuperación completa, incluso con presupuestos prorrogados. Ha sido un año de protagonismo de sanidad o servicios sociales, pero el resto de los servicios se han tenido que prestar con normalidad al ciudadano, porque la vida continúa. Los siete mil funcionarios autonómicos en Zamora hemos tenido que trabajar como nunca se había hecho, por ejemplo, en agilizar la PAC o en la resolución de las ayudas. Solo el ICE ha concedido 4,6 millones de euros en ayudas en Zamora a las empresas. Ha sido un año duro, pero del que salimos ya más fuertes y recuperados.

–Las restricciones han sido otro foco de polémica, por demasiado duras al principio y laxas al final. ¿Se ha actuado siempre con criterios sanitarios?

–Hay que hacer caso a las personas que saben, los expertos, y no cuestionar lo que nos indican. Si nos dicen que hay que ponerse mascarilla, nos la ponemos, o si dicen que no hay que consumir la barra de los bares, pues se hace. En estas cosas, cuestionar a los que saben me parece como quien no se quiere vacunar porque cree que es más listo que nadie y que todos los médicos de la Organización Mundial de la Salud. Los zamoranos lo han entendido en términos generales muy bien, hemos cumplido las medidas que nos han dicho. Hemos puesto alguna denuncia, pero pocas y, por cierto, la gente las ha pagado: entiende que si te obligan a llevar una mascarilla y no te la pones, tienes que pagar una sanción. Pero creo que en general las restricciones no han sido mal vistas por la ciudadanía y todo el mundo las hemos entendido. Desde la Junta las hemos aplicado en Zamora rigurosamente y convencidos de que era lo correcto.

–Estas navidades tampoco nos hemos podido relajar.

–Sí, hay que mantener la precaución porque ha subido muchísimo la incidencia de la pandemia. Hay que hacer un llamamiento a la protección individual y repensar las reuniones familiares. El principal llamamiento para estas fechas es el que aúna la precaución individual, el sentido común y lo más importante, vacunarse.

La delegada a la puerta de la sede provincial de la Junta. |

–¿Para cuando la vacunación de los menores de 60 años?

–Esta semana vamos a iniciar la vacunación de todos los maestros, los docentes. Hay algunas críticas por convocar en vacaciones, como ya ocurrió en Semana Santa, pero conviene hacerlo rápido, como con los niños, para que el segundo trimestre del curso empiece con el mayor graado de inmunización posible. A continuación, seguiremos la estrategia nacional con los menores de 60 años. Esperamos ir muy rápido.

—¿Las ayudas han llegado realmente a los interesados, al tejido económico, o se han perdido muchas por falta de información o trámites engorrosos?

–El nivel de ayudas y convocatorias por parte de todas las consejerías ha sido intensísimo para los afectados del COVID: para adquisición de material, pagar a los trabajadores, para los que han tenido cerrados negocios de hostelería, instalación de terrazas...Ha habido ayudas para prácticamente todo. Hemos intentado dar la máxima difusión posible, con la ayuda de los medios de comunicación y las organizaciones empresariales, pero siempre hay quien no se entera, o no tiene facilidades u otros motivos. También es verdad que el sistema de concesión de algunas ayudas, como las del alquiler, por orden de presentación, ha beneficiado a la gente más rápida, que tenía todo preparado. Aún así, hay empresas que han recibido subvenciones importantísimas en Zamora de doscientos mil euros.

–Hay dos sectores pujantes en la provincia que crean mucha oposición. Uno, las macrogranjas.

–Es un asunto polémico que tiene defensores y detractores. Es fruto de la evolución de la propia industria cárnica que plantea mayores inversiones y choca en las provincias como Zamora, donde la mayoría de las explotaciones son familiares o pequeñas. A nosotros, como Junta de Castilla y León, no nos corresponde valorar si un proyecto es bueno o malo, ni actuar de forma arbitraria, sino aplicar la normativa, que viene de Europa, ha sido adoptada por el Gobierno y sustancia la comunidad autónoma. Y si un proyecto si cumple la normativa, obtiene el permiso y si no cumple, se le deniega. Las legislaciones que obligan a cumplir requisitos medio ambientales son muy restrictivas y se aplican con rigurosidad.

–El otro son los macroparques de placas solares.

–En Zamora tenemos ahora mismo en trámite, entre Industria y Medio Ambiente, 60 proyectos de fotovoltaicas y 14 parques eólicos, con inversiones millonarias. Son instalaciones con aspectos positivos, ya que generan riqueza económica e ingresos para los municipios, con posibilidades enormes de reinversión en las localidades. Pero también negativos, como plantean los ecologistas, por la afectación al paisaje en una provincia con muchas zonas protegidas. La Administración, también en este caso se limita a que se cumpla escrupulosamente la normativa: ni nos gustan ni nos disgustan, aplicamos la ley. De hecho, de los que se presentan son pocos los que llegan a buen puerto, porque son complejos trámites y plazos. Sirva como ejemplo la empresa que ha desistido de la planta de Cobreros.

–¿Cómo está el desarrollo del parque industrial Puerta del Noroeste en Benavente?

–El proyecto está en fase de redacción y hay un compromiso de la Junta de participar con bastante inversión. Se ha hablado con los propietarios de terrenos y todo va para adelante. El alcalde dice que la convocatoria de elecciones paralizará el proyecto. Que no sea agorero, porque no se va a paralizar absolutamente nada. Estas elecciones no van a parar el trabajo ordinario y normal de la Junta de Castilla y León y el alcalde de Benavente puede estar tranquilo.

Esta semana vamos a iniciar la vacunación de todos los maestros. A continuación, comenzaremos con las terceras dosis para los zamoranos de menos de 60 años.

—¿La Junta actuó de forma mafiosa con el proyecto de biorrefinería de Barcial del Barco?

–Me remito a la declaraciones del consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, que ha dicho que la Junta apoyará proyectos importantes, como lo es éste, si se acredita financiación. Si los promotores y algunos partidos políticos insinúan o pueden confirmar que hay corrupción, lo que tienen que hacer, por responsabilidad, es denunciarlo a la Fiscalía para que se abra investigación.

–En Zamora capital están pendientes algunos grandes proyectos que han coincidido en el tiempo. ¿Están avanzados?

–Nunca se habían hecho tantas inversiones en Zamora como en kas contemplaas en la primera legislatura de Mañueco. Van a cumplirse, además, iniciativas por unos 580 millones de euros. Por eso no entiendo que el alcalde vaya a hacer campaña a en contra del PP. Debería de ser el primer zamorano en votarle. Porque con Alfonso Fernández Mañueco como presidente de la Junta tendremos el Conservatorio de Música con comienzo de obra previsto en este 2022, el centro de salud Parada del Molino que ya está finalizado, a falta de dotarlo con todo el equipamiento, lo que se hará en el primer trimestre del año. Acaba de confirmarse la financiación de un 57% del nuevo Museo de Semana Santa,Zamora tendrá una residencia 3.0, de las más modernas del país (está en licitación el proyecto), se ha financiado el Centro de Autismo y respalda tanto las iniciativas como Monte la Reina o el polígono Puerta del Noroeste.

–¿Está todo perdido en la prohibición de caza del lobo también al norte del Duero?

–Seguiremos defendiendo la coexistencia del lobo como especie protegida y la ganadería como actividad económica con capacidad para sobrevivir a los ataques del depredador. La Junta va a ir hasta el final en la defensa de los intereses de la provincia. Estamos pendientes de conocer qué sucede con las medidas cautelares que hemos solicitado y, entre tanto, sí es verdad que no se están tramitando las solicitudes de los daños porque está judicializado el tema y no sabemos si los afectados tienen o no derecho.

–¿Se ha recuperado en la Junta la atención presencial al ciudadano?

–En algunos servicios todavía no. No obstante la gente se ha acostumbrado a la cita previa y no plantea problemas.