Son más de mil obras y cerca de otro millar de enseres —entre caballetes, tornos, banquetas y otros instrumentos de estudio— los que componen el patrimonio de Baltasar Lobo que gestiona la fundación que lleva su nombre. Una ingente producción en cuya catalogación se ha trabajado durante los últimos tres años. “Hasta la fecha, solo había fichas de las obras en papel e imágenes Polaroid”, apuntó la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zamora, María Eugenia Cabezas, quien explicó que el resultado de esta tarea son una serie de fotografías en alta calidad, acompañadas de una completa ficha descriptiva de las piezas.

Acuarela adquirida en una casa de subastas de Sevilla. Cedida

Este trabajo se comenzó con las esculturas, para continuar con los dibujos y las herramientas utilizadas por el artista de Cerecinos de Campos. “Descubrimos que tanto el Museo de Zamora como la Casa de los Gigantes guardaban cajas traídas de París que todavía no se habían abierto”, reveló Cabezas, lo que explica esta multiplicación de piezas en el inventario.

Todo este catálogo se encuentra además en el entorno online, una herramienta “que facilitará el trabajo a los investigadores o a comisarios que quieran realizar alguna exposición sobre la figura de Baltasar Lobo o que permitirá en un futuro poder realizar alguna muestra virtual”, puso como ejemplo la concejala, quien explicó que este banco de datos digital no estará abierto al público general. “Estamos trabajando desde el Ayuntamiento para que la fundación acceda a poner en abierto al menos aquellas piezas que ahora mismo están expuestas en el museo de la ciudad”, anunció.

Dibujo a plumilla de una joven pastora con su cordero. J. L. F.

En esta línea, la concejala también señaló que durante la segunda quincena de enero está previsto que se una a la colección que se puede visitar en la Casa de los Gigantes las piezas que recientemente donó la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos), buscando un lugar destacado para las tres esculturas, los tres dibujos y el grabado del artista zamorano.

Desde la Fundación Baltasar Lobo también se sigue trabajando por adquirir nuevos objetos del escultor, “ya que el objetivo no es solo conservar, sino también enriquecer el legado”, especificó Cabezas. Con la colaboración de varios mecenas se han unido al catálogo piezas singulares, como un catálogo de una exposición que el zamorano organizó en Valencia en 1973, con una dedicatoria del arista, con su firma y un dibujo.

Obra de Lobo realizada a plumilla. J. L. F.

Las subastas también han sido un lugar idóneo para recuperar algunas pequeñas obras, como una acuarela de un pajarillo realizada con sencillos trazos, en una casa de subastas de Sevilla, o dos dibujos realizados a plumilla. Estos se consiguieron en una subasta que tuvo lugar en Madrid y los cuadros representan una escena de adoración de campesinos al niño Jesús y un retrato de una joven pastorcilla que lleva en sus brazos un cordero. Todas ellas “tenían unos precios razonables y eran bastante interesantes para que se sumaran a la colección”, argumentó la concejala de Cultura.