Castilla y León contará en las próximas fechas con unidades móviles de test de coronavirus para intentar frenar la propagación de la sexta ola. Es una de las medidas puestas sobre la mesa por el presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, en la Conferencia de Presidentes, que acaba de finalizar. Será el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, quien informará en próximas fechas sobre la ubicación y funcionamiento de estas unidades. Mañueco solicita además la incorporación de más rastreadores militares. La comunidad solicitará la incorporación de 120 rastreadores para que “liberen de presión” a la Atención Primaria.

En cuanto al uso de mascarilla en exteriores, Castilla y León propone que se exceptúen las zonas rurales y naturales siempre que se puedan mantener las distancias. El presidente del Gobierno, en palabras de Mañueco, se ha mostrado receptivo con esta propuesta, pero "habrá que esperar al decreto-ley de mañana" para ver si se tienen en cuenta o no.

Sobre las reuniones familiares y privadas de Navidad, Mañueco ha recomendado reducir el número de unidades de convivencia al máximo, así como el número de asistentes. Se trata, en cualquier caso, de una mera recomendación. El presidente se ha resistido a cifrar el número máximo de comensales o unidades familiares que se considera adecuado.

El líder regional ha vuelto a solicitar la “necesidad de volver a contar con el fondo COVID” y que, “para los sectores más afectados por la pandemia, las ayudas vuelvan a ponerse a disposición de las empresas con requisitos más flexibles”.

Castilla y León convocará además una reunión del comité de expertos para estudiar la aplicación del decreto que mañana se publicará en el BOE, que incluye la mascarilla obligatoria en lugares públicos.

Así las cosas, Fernández Mañueco no ha anunciado medidas exclusivas que se vayan a implantar en Castilla y León. Soluciones como la limitación de comensales en las reuniones familiares o la limitación de la actividad de la hostelería no se han puesto, de momento, sobre la mesa.

El presidente ha optado por el "equilibrio". Con un nivel de incidencia similar al del año pasado, "tenemos la mitad de personas hospitalizadas". "Tenemos que estar pendientes de las personas que se hospitalicen. En la UCI tenemos 88 personas y 370 enfermos en planta", ha subrayado Mañueco. Por ello, ha abogado por "esperar" antes de proponer restricciones en interior.

Preguntado sobre por qué no se toman mayores restricciones en interior ante el avance de los casos el presidente ha reiterado a la necesidad de "estar pendientes a las cifras de ingresados". "La incidencia puede llamar mucho la atención pero tenemos que estar pendientes de la ocupación hospitalaria", ha zanjado.

Respecto de la cuarentena, a la que no estarán obligados los contactos estrechos de positivos siempre que estén vacunados con la pauta completa, el presidente ha asegurado que "la decisión corresponde" a otras instancias. "La situación es diferente a la de hace un año", ha asegurado Mañueco refiriéndose a la vacunación para recordar después que la comunidad lidera el proceso de inmunización. "Esto permite salvar vidas y proteger el sistema sanitario público, algo especialmente importante".

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