La Asociación Zamorana de Esclerosis Múltiple (Azdem) cumple sus bodas de plata al servicio a aquellas personas que sufren esta enfermedad neurológica, a quienes presta diferentes terapias para hacer más llevadera esta dolencia en su vida diaria. Coincidiendo además con el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, la agrupación abrió ayer las puertas de su sede —en la avenida Cardenal Cisneros— para invitar a un mercadillo solidario de ropa de segunda mano, una original propuesta que se presentó por parte de una de sus voluntarias, que ya contaba con estas prendas.

Esta iniciativa tuvo una doble función. “Esta acción, por un lado, sirve para recaudar fondos para el mantenimiento de la sede y sus servicios y, por otro, da visibilidad a la asociación para aquellas personas que no la conocen”, apunta Ana Campos, trabajadora social de Azdem.

En un contexto además marcado por el COVID, desde la asociación también quieren reivindicar que la esclerosis sigue ahí “con un impacto que puede afectar a nivel físico, emocional, familiar, social y laboral”, se enumera, reivindicando una labor “como recursos de atención multidisciplinar que da apoyo y cobertura a las necesidades de las personas con esta enfermedad a y sus familias”, subraya.

Con 25 años a sus espaldas, son pocos los zamoranos que todavía no conocen esta agrupación, “pero quizá lo que no saben es todos los servicios que tenemos en marcha”, detalla Campos. Unos servicios que se ofrecen a los 65 socios que conforman la agrupación. “De ellos, periódicamente cada semana acuden a la sede una treintena de personas”, calcula la trabajadora social. Estos pacientes no solo son de la capital, sino que se acercan compañeros de localidades cercanas como Malva, Montamarta, Moreruela o Casaseca.

Varias jóvenes, en una de las iniciativas de concienciación que Azdem ha realizado en la calle. | Jose Luis Fernández

Fisioterapia, logopedia, atención psicológica, servicio de transporte o atención social son algunos de los servicios que se ofrecen desde hace años y el reflejo del éxito conseguido con el paso del tiempo. “El origen de la asociación fue cubrir una necesidad de atención que no se estaba dando por parte de los servicios sanitarios y sociales públicos, como los de fisioterapia o logopedia, para una enfermedad crónica”, recuerda Campos. Esas dos atenciones se convirtieron en una realidad tan solo tres años después de la fundación de la asociación. “Después se ha crecido en horas de atención y en número de pacientes, que también pueden utilizar otros como atención psicológica, atención social o actividades de formación y voluntariado o el servicio de préstamo y asesoramiento de ayudas técnicas”, añade.

Desde la asociación zamorana están de enhorabuena, porque mañana lunes arranca un nuevo servicio, el de terapia ocupacional. “Vendrá a completar la atención que ya prestábamos, sobre todo la parte más física, como los servicios de fisioterapia y logopedia. Lo que buscamos es que la persona que venga a la asociación sepa que nos podemos adaptar a su realidad adaptándole estos servicios”, argumenta Campos. Para ello, el terapeuta estudiará las dificultades del usuario, para trabajar esos aspectos concretos. “Primero conocerá su realidad, en qué entorno se mueve, para dar una solución personalizada”, explica.

“Hemos conseguido mucho en estos años, ya que la agrupación comenzó en el domicilio de uno de los fundadores y luego nos trasladamos a una entreplanta con problemas de accesibilidad. Finalmente, conseguimos el local actual, perfectamente adaptado, donde hemos ido evolucionando a medida que surgían nuevas necesidades, poco a poco, trabajando para solucionarlas... y lo que nos queda”, vaticina la trabajadora social.