Los hay efectuados en madera, en plata y en barro, de múltiples tamaños y colores e incluso pensados para los más pequeños pero todos ellos tienen un denominador común, el provocar una emoción en el espectador pues “cuando los miramos, volvemos a nuestra niñez.
El belén mueve el corazón” expresó ayer el belenista Antonio Basanta durante la inauguración de “A belén llegar” en la sala de exposiciones del Teatro Ramos Carrión que, por segundo año consecutivo, exhibe una pequeña parte de la impresionante colección que el vicepresidente de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y su mujer atesoran hace más de 40 años.
Las cifras de “A belén llegar” que Zamora podrá disfrutar esta Navidad son apabullantes, más de 3.200 piezas integran los 58 grupos recopilados en 38 países. La muestra se articula en un primer ámbito donde están agrupados por materias, como el barro, donde pueden contemplarse, entre otros, un impresionante belén monumental de Perú donde se contemplan un sinfín de tonalidades del barro. También tiene protagonismo la madera, con un ejemplo hecho en ébano donde las piezas están entrelazadas, un sorprendente belén del silencio de la República Checa o unos cascanueces de los Reyes Magos de Alemania, sin olvidar un belén de plata repujada de Perú, uno hecho en coral o uno muy singular, procedente de México, “donde las figuras son de cera y los ropajes están hecho con plumas de aves exóticas”, describió Basanta. En el apartado dedicado a materiales humildes llaman la atención conjuntos confeccionados con latas de bebidas refrescantes o un nacimiento creado con yute.
Un segundo ámbito de la muestra belenista lo integran las culturas. Bajo este epígrafe el visitante podrá viajar a la Provenza francesa a través de una propuesta que “supone un estudio etnográfico con anacronismo como la presencia de un alcalde con la bandera del país o la presencia de un cartero” o un monumental belén siciliano con piezas de Angela Tripi. “Un verdadero prodigio” remarcó el propietario de la colección que ha querido también incluir este año un ámbito para los niños, donde presenta belenes de muñecos de nieve, de Snoopy o uno hecho en croché.
“Zamora es una referencia absoluta” en el mundo del belenismo gracias al esfuerzo de la Diputación y de la Agrupación Belenista La Morana, remarcó Basanta, mientras que el diputado de Cultura, Jesús María Prada, quien aludió a la fuerte tradición existen en Zamora y enfatizó que “en otras ciudades tienen luces, en Zamora tenemos belenes”.
Basanta, en el pregón de La Morana, defiende que el belén “es un homenaje al amor”
El belenista Antonio Basanta, uno de los coleccionistas más importantes del mundo, pronunció ayer el pregón de Navidad de la Agrupación Belenista La Morana de Zamora. En su intervención, en el Teatro Principal de Zamora, el experto aludió a que el belén “es un homenaje permanente al amor” y una “conciliación de opuestos” como la noche y el día, la riqueza y la pobreza. La llegada del Niño “es una novedad” con respecto a otras religiones porque “es un Dios que llega para los humildes y para los pobres”. El vicepresidente de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez también argumentó que Jesús “hizo suyo el sufrimiento de la humanidad” lo que también se plasma en el nacimiento a través de distintas escenas como el viaje de María y José para empadronarse, la petición de posada o el lugar donde nace el Niño, “una cueva lúgubre” siendo quienes primero lo ven “una mula y un buey, animales estériles infravalorados” en ese momento y luego “unos pastores, que en aquella Palestina era una profesión deshonrosa”. La actividad se complementó con un concierto a cargo de Ringorrango, el grupo de folk efectuó un recorrido por distintos villancicos tradicionales y entonó también una selección de tonadas populares navideñas procedentes de diferentes puntos de la geografía nacional.
