Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse al sector de los cuidados a personas dependientes. La aplicación de estos recursos a la atención a mayores está proliferando en los últimos meses, y lo natural es que, con el tiempo, su utilización “se generalice”. Esa es la opinión de Pablo Sánchez Pérez, el subdirector gerente de la Fundación Intras, que ha sido la entidad encargada de implementar un proyecto piloto en el entorno de La Raya, gracias a la financiación de los fondos Interreg.

Perspectiva del público durante el acto. | Emilio Fraile

Tras las pruebas llevadas a cabo en distintos domicilios de personas dependientes del oeste de la provincia, los responsables de la iniciativa presentaron sus conclusiones este jueves en un evento que tuvo lugar en el Consejo Consultivo. Allí, Sánchez subrayó que este proyecto, llamado “Integratención”, ha servido para “pilotar el uso de las nuevas tecnologías en las casas, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas”.

En la misma línea, el proyecto ha servido igualmente para fomentar el desarrollo de empresas tecnológicas vinculadas a este sector, una carencia que padecen los territorios fronterizos, que apenas encuentran polos en Valladolid y en Oporto.

“Con esto, hemos podido detectar las tecnologías que tienen interés”, abundó Sánchez, que aseguró que se trata de “un sector con muchas oportunidades de negocio y de generación de empleo”. En ese marco, los domicilios de los participantes en el programa han contado con recursos como sensores, vinculados a a la domótica, o con herramientas “que impactan más en las personas”, el caso de “Tucuvi”, un cuidador virtual que ha permitido a los responsables del programa contar con un contacto casi inmediato con las personas atendidas.

Del mismo modo, Intras ha aplicado tecnologías relacionadas con la rehabilitación cognitiva, a través de un software preparado para “prevenir el deterioro”. Los impulsores del programa han utilizado tablets para fomentar la participación de los usuarios.

“La idea es utilizar tecnologías muy sencillas y muy comprensibles” insistió Pablo Sánchez, que puso el ejemplo de un recurso muy curioso que ha servido para controlar el movimiento de los usuarios. Se trata de una plantilla de calzado que cuenta con un geolocalizador. Esta herramienta permite saber dónde está la persona en cada momento, e incorpora un sensor que detecta si su portador ha sufrido una caída o algún otro accidente.

Estas iniciativas van mejorando a medida que se ajusta su implementación, aunque en los proyectos también hay escollos. En concreto, el representante de Intras apuntó dos cuestiones que convierten “en una especie de milagro” que esto haya salido adelante. Se trata de las restricciones impuestas por la pandemia, que dificultaron el acceso a los hogares, y de los problemas de conectividad que padecen algunos municipios: “Esto lo tiene que valorar la Administración”, remarcó Sánchez, que aludió a la necesidad de acometer “inversiones” en esa línea.

Por otro lado, el representante de Intras resaltó que la fundación “lleva mucho tiempo pensando que la clave es la cocreación”. Es decir, la unión entre los ingenieros y los usuarios para dar forma a una atención óptima. Esa vía es la que defiende Pablo Sánchez para abordar una cuestión que va en la línea de los programas de la Junta de Castilla y León para fomentar la atención a mayores y dependientes en sus propios domicilios.

Por lo pronto, Zamora se encuentra en el epicentro de la fase de pilotajes y, a lo largo del próximo año y medio, se prevé que hasta 300 personas puedan contar con este tipo de servicios tecnológicos para mejorar el cuidado de los mayores. La provincia empieza a conectarse, por tanto, con la atención del futuro, con el objetivo de que sus vecinos vivan en casa el mayor tiempo posible.

Una alternativa relacionada con la “silver economy”

La aplicación de las nuevas tecnologías al cuidado de mayores tiene relación con la estrategia “silver economy” que comanda la Diputación y que cada vez cuenta con más respaldo. El plan del equipo de Gobierno provincial va más allá, y pretende convertir a Zamora en un territorio de referencia para las políticas relacionadas con el envejecimiento, pero el desarrollo de estos modelos se halla en el centro de los objetivos. De ahí que la Diputación estuviera presente también en el acto que tuvo lugar en la sede del Consejo Consultivo. El responsable de Política Social de La Encarnación, Ramiro Silva, acudió a la cita para expresar su apoyo al proyecto, y para relacionar estas iniciativas tecnológicas con la lucha contra la despoblación que sufren muchas comarcas. Cabe destacar que la Diputación trabaja para iniciar en breve la obra de su parque tecnológico, que estará vinculado a la “silver economy” y que tratará de acoger a empresas relacionadas con este sector.