La sexta ola de la pandemia ha contagiado de coronavirus, en el último mes, a 862 zamoranos y ha provocado dos muertos. En las mismas fechas del pasado año, cuando se vivía el final de la segunda ola, Zamora registraba 2.101 contagios y se había llevado por delante a 87 personas. Con todas las cautelas del mundo, porque es difícil la comparación de las distintas olas, aparecidas en circunstancias diferentes (ahora estamos aún en fase ascendente y el pasado año estaba acabando), parece claro que la vacunación ha sido un factor protector no tanto para evitar los contagios como para aminorar en gran medida el agravamiento de la enfermedad y los fallecimientos.
Por ello la estrategia de las autoridades sanitarias para no tanto por aumentar la medidas restrictivas cuanto incrementar la vacunación, esfuerzo que se refleja en las cifras. En el último mes se han puesto en Zamora 53.022 dosis de la vacuna contra el coronavirus. De hecho, la provincia continúa como líder autonómica en terceras dosis (están vacunados 59.831 zamoranos, el 35,47% de la población), y está segunda, tras Salamanca, en inmunización con pauta completa, las dos dosis, que tienen puesta ya 143.591 zamoranos, el 84,76% de la población. Sólo el segmento de edad de 20 a 29 años y los hombres de entre 30 y 39 tienen una cobertura vacunal con pauta completa que no llega al 80%.
No obstante, es evidente la extensión del virus por la provincia: hace un mes había apenas 15 localidades con contagios, con la capital fuera de riesgo y actualmente hay 80, con incidencias de casi 800 casos por cien mil habitantes en Zamora ciudad y 400 en Benavente; la incidencia de la enfermedad en la provincia estaba en 33 casos por cien mil habitantes a 14 días y hoy se ha multiplicado por diez, la UCI del hospital estaba limpia de COVID (esta semana se cerró con tres pacientes) y el hospital, entonces apenas sin enfermos de coronavirus suma ya según la última actualización veinte encamados. Hay nueve aulas en cuarentena en unos centros escolares que notan ya la presencia del virus, ausente en gran parte de lo que llevábamos de curso escolar.
Precaución
Por eso es necesario continuar con las medidas de precaución como el uso de mascarilla en sitios cerrados, ventilar las estancias o evitar aglomeraciones, en la idea de que es necesario frenar al virus. Y es que las autoridades sanitarias se resisten a tomar más medidas restrictivas que puedan lastrar la economía o perjudicar a sectores de actividad, en la idea de que la vacunación puede evitar lo realmente peligroso, que es una enfermedad con síntomas graves.
Eso sí, como no se logre frenar el avance de los contagios tarde o temprano estos terminarán llevando pacientes al hospital y la UCI y en ese momento será inevitable pasar a las restricciones. Habrá que esperar unos días para ver la evolución de los datos de contagios que deja el pasado puente de la Constitución y la Inmaculada, cuando se produjo un gran incremento de la movilidad, lo que siempre es peligroso en el caso del coronavirus y que puede condicionar lo que pase en estas Navidades.
