El cantante Miguel Nández regresa a Zamora a tocar en un concierto solidario organizado por la Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias este sábado día 11, a las 20.00 horas en el teatro del Seminario. La recaudación lograda con la venta de las entradas (disponibles a un precio-donativo de 5 euros en el belén de la hermandad abierto en la sede de la cofradía a diario desde las 17.30 hasta las 21.00 horas y en la librería Mil Hojas, en horas de comercio) irá destinada a Cáritas.

–¿Cómo surge este concierto en Zamora?

–Tras haber tocado varias veces, yo creo que dos veces por lo menos, he hecho buenos amigos en esa tierra. Se me ha solicitado el colaborar con una buena causa y lo hago encantado.

–Viene sin cobrar para recaudar fondos que se entregarán a Cáritas.

–Eso es. Yo creo que las buenas personas se dan a querer y cuando te piden ayuda, lo haces con lo que sean.

–Aunque haya que recorrer unos cuantos kilómetros.

–Bueno... ya hacer tantos kilómetros forma parte de mi vida. (Risas) Coger el coche y hacer kilómetros de carretera se ha convertido para mí en algo ya habitual. Forma parte de mi trabajo.

–¿Qué va a escuchar el público que acuda al concierto solidario?

–Efectuaré un repaso de mi discografía y el público también podrá disfrutar con varias sorpresas pues se subirán al escenario varios artistas amigos de Zamora. Voy a tocar en formato acústico, yo con mi guitarra y un pianista que me acompaña.

–Un formato, sin duda, muy exigente.

–Sí, cuanto más cosas lleves, ya sea una comparsa o bien que toques acompañado de una banda, cualquier fallo posible es más sutil, pero presentarte en solitario sobre el escenario es más como tirarse a la plaza sin capote pero... me gusta (risas).

–¿Tiene previsto estrenar algún nuevo tema?

–No tengo previsto estrenar ningún tema, todavía no. Uno está siempre componiendo para cuando llegue la oportunidad de grabar un nuevo disco. Ahora mismo no lo tengo en mente, pero me gusta estar trabajando para tener trabajo adelantado para que cuando surja tener los deberes hechos.

–Usted es gaditano y cada vez que viene a Zamora engancha al público ¿qué supone para usted?

–Cada parte tiene lo suyo, tiene algo que le hace especial. Al final cuando estas cantando por España los sentimientos son iguales. Cuando uno escucha una letra buena, que transmite, que hace que se te erice la piel no hace falta ser de un lugar para sentir más que otro. Los sentimientos los tenemos todos y cuando uno va cantando con verdad y con sentimiento lo percibe el público. Además debo de decir que cada vez que he actuado en Zamora me he sentido muy arropado y sus gentes no tenéis nada que ver con el clima tan frío. (Risas)

–En Zamora cada vez hay más agrupaciones que ponen en valor el Carnaval, una manifestación cultural en la que está muy implicado dado que usted en Cádiz forma parte de una conocida comparsa.

–Tengo amigos que han ido a cantar temas del Carnaval de Cádiz a Zamora y se han sorprendido porque a tantos kilómetros de distancia gusta. El Carnaval rompe fronteras y cada vez tiene más tirón y más fuerza fuera de Andalucía. Nosotros con la comparsa hasta hemos cantado en el Teatro Euskalduna de Bilbao.

–¿Cómo se siente más cómodo con la comparsa o cantando en solitario?

–Con la comparsa cantamos unas cien galas al año, una cifra bastante importante, y desde luego para mi es muy cómodo porque estoy arropado por mis quince compañeros. Cuando cantas en la comparsa si tienes un poco de afonía o catarro, por poner un ejemplo, hay compañeros que te suplen. Sin embargo cuando cantas tu solo tienes que cuidarte mucho porque ante el público tienes que estar al cien por cien.