La Navidad asoma en el horizonte, y las familias ya ponen el foco en las compras, los regalos y la intendencia propia de unas fiestas que este año se celebrarán con algo más de alegría que en 2020. En el epicentro de esos preparativos, los niños trasladan la ilusión a su entorno y provocan un aluvión de visitas a las jugueterías. Por descontado, los padres encargarán que Papá Noel y los Reyes Magos hagan varias incursiones en estas tiendas para buscar el muñeco, el montaje o el artilugio adecuado para sus hijos, pero también realizarán ese llamamiento a la ilusión los demás parientes y los amigos, dispuestos a poner la sonrisa en el rostro de los más pequeños.

Una empleada coloca una muñeca en la estantería. | Emilio Fraile

Todo eso ocurrirá, a pesar de que, hace ya algunas semanas, los propios responsables del sector de las jugueterías alertaron sobre la posibilidad de un desabastecimiento similar al que se produjo con otros productos como las piezas para la construcción, la automoción o la hostelería. Al final, la sangre no llegará al río, y ese déficit de stock se percibirá tan solo en la adquisición de productos concretos. Especialmente, aquellos que requieren de una determinada tecnología para su funcionamiento, como los coches teledirigidos o las muñecas interactivas.

“Hay cositas de determinados productos que están agotadas en la fábrica”, explica el trabajador de Juguetilandia Iván Monsalvo, que aclara dónde esta el conflicto: “Esta situación está afectando a todo lo que lleva chip, pero también hay problemas con el plástico”, explica el empleado de la tienda.

Esa es la novedad en un contexto prenavideño en el que es habitual que se agoten determinados productos que han superado las expectativas de éxito de sus fabricantes. Monsalvo reconoce que eso ocurre habitualmente, pero subraya que, en este 2021, será mayor la cifra de artículos que no alcanzará las estanterías.

El trabajador de Juguetilandia indica igualmente que esta campaña “está siendo un poco atípica”, condicionada por la citada amenaza de desabastecimiento. Esa voz de alarma precipitó las urgencias de muchas familias, que quisieron curarse en salud y adquirir los regalos con tiempo para evitar sorpresas negativas en las vísperas. El citado movimiento provocó un cierre de noviembre excepcionalmente bueno y un arranque de diciembre anormalmente malo. Los que no fueron hace semanas esperarán ya a última hora.

Cuanto antes, mejor

Como es lógico, las jugueterías hacen un llamamiento para evitar que se produzcan esas aglomeraciones a última hora: “Cuanto antes, mejor”, recuerda Monsalvo, que reconoce que hay juguetes que siempre están de moda y otros que tienen un éxito especial en cada campaña navideña. La estrella de este año era un cerdito que entró bien por el ojo de la clientela y que ya aparece en pasado en las palabras del empleado de Juguetilandia. El fabricante ha advertido a todas las empresas del sector de que el artículo está completamente agotado. No llegará a las casas de los niños esta Navidad.

En Toy Planet, una de las jugueterías del centro de la capital, los empleados ven la situación desde un prisma similar: el escenario no es alarmante ni dramático, “pero sí que es cierto que, si antes tenías problemas de abastecimiento en cinco o diez artículos, ahora ocurre con treinta”. Aquí, el problema también se concentra en los artículos que necesitan chip.

Sea como fuere, los empleados de la juguetería esperan una campaña normal, marcada igualmente, como en el caso de la competencia, por el aluvión de compras en noviembre : “La gente lo deja mucho para última hora, pero hay personas que vienen, ven que tenemos la tienda llena y se sorprenden después de lo que han visto en las noticias”, señalan los trabajadores, conscientes de que encaran ahora una fase de actividad a pleno rendimiento, con la vista puesta en atender las necesidades de miles de zamoranos: “En casi todos los casos, no va a haber ningún problema”, tranquilizan.

Además, para los principales interesados en que todo funcione correctamente, los propios Reyes Magos y Papá Noel, resulta un alivio comprobar cómo este año se podrán mover con libertad por toda la geografía provincial, ante la ausencia de restricciones como el toque de queda, que el año pasado sí imperaba en Zamora. Ese alivio facilitará también que los regalos que llegan a las casas de los tíos, los primos o los abuelos que viven fuera alcancen a tiempo su destino final y cumplan su papel en estas fiestas: ilusionar a los niños y unir a los mayores en torno a ellos.