Suscita tantos amores como odios. Cecilio Lera Blanco , cuya sola presencia podía hacer mudar de color al más templado si tira de esa vehemencia huracanada que le caracteriza, es un hombre de blancos y negros , de extremos. El pecado de la tibieza no encaja en su carácter bravo que no bravucón. Quienes le conocieron en sus tiempos de gloria, en aquellas primeras décadas tras el estreno de la democracia como militante activo y destacado del PSOE, ganador de la Alcaldía de Castroverde de Campos desde 1979 , recalcan esa verborrea mordaz .

A pesar de ese carácter y de esa cabezonería indomable, muchos de los amigos y de los políticos que compartieron con él momentos de distensión o mesa y mantel en su Mesón El Labrador , describe a una persona crítica y polémica, pero afable y hasta con sentido del humor, divertido. Sin lugar a dudas, de una inteligencia natural, con una cultura adquirida a lo largo de una vida intensa y llena de relaciones de alto nivel que le permitieron ser un buen orador, tertuliano de radio y televisión.

Sus detractores, por contra, no olvidan y creen que su imagen se ha edulcorado y se le perdonaron demasiadas actitudes que dejaban a las claras su “tendencia al autoritarismo y la soberbia, su egocentrismo y su altanería”, de la que bien podría dar muestras el parque dedicado en 2010 al presidente de los Estados Unidos Barack Obama, a quien el Ayuntamiento que preside nombró hijo predilecto de Castroverde, con la aceptación incluida de la embajada del país norteamericano al que se dirigió el mandatario municipal para comunicar el acuerdo e invitar al acto oficial al político norteamericano.

Parque de Obama en Castroverde de Campos. Jose Luis Fernández

Su propia voluntad, sin más, se convertía en argumento con más frecuencia de lo que sería deseable entre sus vecinos, cuentan quienes han tenido que asesorar legalmente a algunas de sus víctimas. “Sé de gente que iba a realizar alguna gestión burocrática al Ayuntamiento y se la negaba”, ¿la razón?, “porque lo digo yo”. Y más valía salir por patas del Ayuntamiento.

Diferentes momentos en la vida del alcalde de Castroverde

Diferentes momentos en la vida del alcalde de Castroverde L.O.Z.

El espíritu crítico nunca le ha abandonado, le ha gustado nadar a contracorriente, especialmente dentro de su propio partido, siempre frente a los oficialistas, como cuando se posicionó en 2016 contra Pedro Sánchez y se alineó con Susana Díaz, mítica es la foto en la que aparecen besándose. Cecilio Lera tuvo un papel destacada entre los críticos al actual presidente del Gobierno central y no dudó en pregonarlo en las redes sociales, en su página de Facebook, desde donde "leyó la cartilla" a los líderes socialistas locales, como Antidio Fagúndez, y de Castilla y León, Luis Tudanca; y a todo aquel que se le pusiera por delante.

El político terracampino con Susana Díaz. Cedida

La fama del alcalde socialista de tener el pronto a flor de piel parece ser más que una leyenda. “Ha tenido muchas peleas”, indican quienes saben de sus andanzas, algunas terminaron siendo noticia, como la denuncia de suplente de la candidatura del PP al Ayuntamiento terracampino que le sentó en el banquillo de los acusados en el año 2000, de la que fue absuelto.

El alcalde de Castroverde de Campos con Herrera. Cedida

Ocho años después, llegaría una de las condenas que por lesiones leves a un vecino. En 2018, la Audiencia Provincial de Zamora confirma otra sentencia condenatoria por golpear a otro vecino. Ese fue el inicio de su final en el PSOE, suspendido de militancia, la expulsión llegó en 2020, tras la denuncia de su exmujer por violencia de género. El deseo de su familia de no perjudicarle y su adicción al alcohol, que ya le había conducido años atrás a una terapia de desintoxicación, le libró de una sentencia de prisión en el Juzgado de lo Penal que le absolvió por haber actuado completamente embriagado, una eximente total que impidió la condena a cárcel.

La juez le impuso una “medida de seguridad, una terapia de deshabituación del alcohol” durante dos años. Apenas llegó a iniciarla. En esa situación estaba cuando el 30 de noviembre pasado fue detenido como presunto autor de un delito de inducción a la prostitución de una niña de 14 años, la hija de unos amigos. Nadie esperaba que pudiera cometer un delito similar, aunque “estaba descontrolado hace tiempo”, dicen sus conocidos. El deterioro físico y de su conducta apagó a aquel alcalde luchador y reivindicativo que dio la vuelta a un pueblo de apenas 400 habitantes, imbatible en las elecciones municipales.

Lera en el Juzgado de Villalpando por agredir a un ciudadano. Emilio Fraile.

Su restaurante fue epicentro de la política  provincial, autonómica y nacional, colocó en el mapa a Castroverde. Era capaz de sentar en El Labrador al mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero siendo ya presidente del Gobierno. El listado de ilustres que han degustado sus platos de caza pioneros ya 1988, es largo: el expresidente Juan Vicente Herrera, el exsecretario general de CC OO, Cándido Méndez, o la más reciente visita del joven y popular restaurador Dabid Muñoz, acompañado por su pareja Cristina Pedroche. Atrás quedó aquel hombre hecho a sí mismo que no pudo estudiar derecho al perder a su madre pronto, que terminó entre los fogones de los restaurantes de su hermana en Ginebra e Italia. Y convertido en un referente de la cocina tradicional de Castilla y León. “Se veía venir que acabaría mal”, aseguran quienes están más cerca de él.