La irrupción de la sexta ola ha provocado un incremento de los contagios en la provincia. Tras un otoño tranquilo, la aparición del invierno en el horizonte trae consigo más casos y nuevas incógnitas, aunque no todo son malas noticias. De hecho, hay una cuestión principal, que aleja este escenario de los vividos en torno a la Navidad de 2020, y es el avance imparable de la vacunación, que limita los efectos perniciosos del virus.

Más allá de eso, otra de las cuestiones importantes tiene que ver con que la expansión del virus tampoco está siendo tan veloz como a comienzos del verano, cuando se produjo una explosión que se tradujo en una cruenta quinta ola. En estos momentos, la incidencia crece, pero no alcanza los extremos de aquella ocasión, y aún hay muchos municipios que se mantienen libres de contagios, a la expectativa de lo que pueda ocurrir.

En el caso de la provincia de Zamora, según las últimas cifras actualizadas por la Junta de Castilla y León antes del puente festivo, tres de cada cuatro ayuntamientos se mantienen libres de casos durante las dos últimas semanas, en el color gris que Sanidad utiliza para señalar en el mapa a los territorios que disfrutan de la tranquilidad de la llamada nueva normalidad.

Por zonas, esta situación favorable se hace especialmente palpable en el oeste de la provincia. De hecho, en toda la franja que toca con Portugal, tan solo Fermoselle, en riesgo medio, y Porto de Sanabria, en nivel muy alto, han tenido casos en las dos últimas semanas. Esos territorios, generalmente más despoblados, se ven favorecidos en muchos casos por la escasez de movimiento, aunque cabe esperar que la tendencia les conduzca a un repunte, especialmente tras el largo puente festivo y con la Navidad y sus reuniones ya en un horizonte bastante próximo.

Esa situación se da también en la parte de La Carballeda que pega con León, libre de positivos en estos momentos, en el entorno de Tábara y Carbajales de Alba o en una amplia franja de la Tierra de Campos, la más cercana a Valladolid, donde lo habitual es que los municipios permanezcan libres de positivos en estos momentos.

Peor para los municipios de más tamaño

En el lado contrario, los municipios de mayor tamaño sí notan ya el ascenso de la ola. Aquí, llama la atención el caso de Benavente, con la incidencia por encima de los 500 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, mientras que Zamora se eleva ya hasta los 265.

Por encima de 250 también aparecen ayuntamientos como San Cristóbal de Entreviñas, mientras que, en la zona este, Toro (126) y Fuentesaúco (63) aguantan mejor el tirón por el momento. En el conjunto de la provincia, la incidencia de las dos últimas semanas se sitúa en 239, mientras que a siete días se coloca en 175. Eso quiere decir que la tendencia ascendente se mantiene en estos momentos.

El futuro inmediato dictará las consecuencias que tiene este incremento de casos en un contexto de frío, más vida en interiores y más laxitud en las medidas vigentes, aunque la confianza de las autoridades sigue depositada en la vacunación y en la propia responsabilidad de los ciudadanos.