Los trabajadores de Unicaja Banco en Zamora volvieron ayer a cerrar todas las oficinas, en una jornada de huelga que sirvió para denunciar la pérdida del 24,1% de la plantilla, de los 145 empleados que hay en la provincia, y que afecta a 12 sucursales de aplicarse el “ERE brutal” que planifica de forma unilateral la entidad financiera, denuncian representantes del Sindicato Independiente del Sector Bancario.

“Pedimos que el ERE sea más voluntario y no forzoso como está intentando al entidad, que se negocie con los trabajadores”, declaró ayer el portavoz del sindicato en Zamora en la concentración convocada ante la central de la calle de Santa Clara que reunió a casi un centenar de trabajadores, tras el cierre de todas las oficinas de la capital y la provincia.

Las denuncias se dirigen también a una política de empresa que lleva ya cerradas “más de un veintena de oficinas en la capital y en la provincia” y que está poniendo en práctica una atención a los clientes por días y horas; o a través de agentes financieros, “busca un autónomo respaldado por la entidad, pero no es Unicaja en sí, son puestos de trabajo amortizados”. Es el caso de Coreses, Moraleja, Villaralbo, Burganes, Santa Croya de Tera, Manganeses de la Lampreana, Puente de Sanabria, Mombuey, Villarrín o Villafáfila, concretan.

Los empleados han rechazado la última propuesta de Unicaja Banco, “inaceptable para una empresa con los beneficios que ha tenido hace menos de medio año, casi 1.400 millones, no puede hacer ahora mismo este ERE brutal, tras subir los sueldos a consejeros delegados y a directivos”, sin que hasta hace tres días la entidad se sentara a negociar. Aunque los sindicatos no estén conformes con los términos del Expediente de Regulación de Empleo, la empresa puede unilateralmente cerrar la negociación, con lo que la única salida para los trabajadores “será los tribunales para denunciar caso por caso”.

Otra de las preocupaciones de los trabajadores son los traslados de destino que conllevarán estos despidos, puesto que “te pueden mandar a Málaga”, para cubrir las plantillas de las oficinas que se vean afectadas por los 1.300 despidos, de los que 35 serán en la provincia de Zamora.