El escultor Javier Rodanés regresa a la ciudad con un trabajo muy variado y renovado que exhibe en su nueva exposición, inaugurada ayer en la galería de arte Ángel Almeida-Espacio 36.

El creador comparte con el público el trabajo realizado a lo largo de los tres últimos años, un período fructífero en el que ha alumbrado 47 esculturas, donde utiliza como material básico el hierro usado como objeto de talla. Este elemento lo mezcla y lo acompaña en algunas piezas con el bronce, con la madera e incluso con la piedra. “Está trabajando materiales nuevos y lo que resulta más interesante, los está fusionando”, describe el galerista, Ángel Almeida.

En esta ocasión Rodanés prosigue ahondando en su fascinación por el mundo griego y aporta sus tradicionales cabezas, yelmos, guerreros o gladiadores e incluso bien varias esculturas de gran tamaño, un unicornio y un alfil, de casi dos metros de altura efectuadas en acero corten trabajado con radiales.

Entre los motivos novedosos figuran bellos jarrones etruscos, donde combina el hierro y el bronce e incluso en muchas obras unifica el motivo con la peana. También llama la atención tres geishas, policromadas en intensos coloridos, cuyas peanas también están tratadas con mimo; otras tres danzantes dotadas de una sofisticación así como ejemplos de ikebanas, el nombre usado para denominar el arte japonés de arreglo floral. Además, por primera vez el escultor presenta creaciones expuestas de una manera más tradicional, sobre un soporte de madera. A mayores la sala incluye una serie de pequeñas piezas, pequeños fragmentos de hierro que a los que confiere nuevas formas.

El hacer de Javier Rodanés puede conocerse hasta el próximo 18 de diciembre de lunes a sábado de 12.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.30 horas.