La pieza representa al Rey David. Conserva la crestería en madera tallada y dorada original, y supera por poco el metro de altura. Se sabe que es del primer tercio del siglo XVI, pero los expertos no alcanzan a conocer con exactitud quién es su autor. Los hay que se atreven a atribuirlo a un solo nombre, pero también quienes apuestan por dividirlo entre tres posibles manos, tales como el maestro de Astorga, el maestro de Zamora o un tercero cuya denominación nace precisamente del lugar donde todo surgió. La única realidad es que el retablo está absolutamente desmembrado y disperso por medio mundo. Y que, muy de vez en cuando, como esta misma semana, sus tablas salen a la luz.

La sala de subastas La Suite de Barcelona sacaba este pasado jueves a puja esta témpera perteneciente al conjunto gótico de la iglesia de San Esteban de Fuentelcarnero, desaparecido en 1950 tras el hundimiento de parte de la nave. La propia galería atribuye la pieza al maestro de Fuentelcarnero, señalándolo como cercano al maestro de Astorga. Aunque, en realidad, esto no está nada claro para los expertos. Marc Ballesté, por ejemplo, cita a un posible “maestro de Fuentelcarnero” junto a Gil de Encinas en un trabajo a dos manos en el retablo de este templo. Otros, como Manuel Gómez Moreno, apuestan por el anónimo maestro del panel del trascoro de la Catedral de Zamora. Y Díaz Padrón, a mayores, apunta a tres pintores, tres maestros, como son los de Astorga, Zamora y Fuentelcarnero.

Fotografía el retablo en el "Catálogo monumental de España" de Gómez Moreno.

Fotografía el retablo en el "Catálogo monumental de España" de Gómez Moreno. Gómez Moreno

Sea como fuere, la entrada en el mercado de coleccionistas de este Rey David ha vuelto a sacar a la palestra al despiezado retablo de la iglesia de San Esteban de Fuentelcarnero. En el año 2006, otras dos tablas de este conjunto aparecían en una sala de subastas tras haber permanecido durante años en el Toledo Museum of Art de Ohio, en Estados Unidos. La puja se abrió en la firma Sotheby’s de Londres y generó un intenso debate en la provincia de Zamora no solo sobre su autor o autores, sino también sobre la conveniencia o no de reunir esas piezas de nuevo.

Del retablo de Fuentelcarnero se conocen doce tablas y todas ellas están dispersas en distintas colecciones, a menudo privadas, salvo una que custodia el propio Obispado de Zamora, como señala Irune Fiz Fuertes en su estudio sobre Gil de Encinas y Bartolomé de Santa Cruz y su relación con el taller del maestro de Astorga. Manuel Gómez Moreno pudo verlas y recogerlas, como se muestra en la fotografía, en su “Catálogo monumental de España” que le trajo a la provincia entre los años 1903 y 1905. Ese fue el último documento en el que el conjunto aparece reunido. A mediados del siglo XX las piezas fueron separadas y nunca más se supo de ellas, salvo en contadas ocasiones relacionadas con las subastas. Como la de este Rey David, que podrá ser adquirido por quien quiera que aporte unos 7.500 euros.