El nuevo Conservatorio Profesional de Música tiene sobre sus hombros el peso de varias tareas a futuro, y eso que tan solo es un proyecto en ciernes. Por ejemplo, una de sus misiones más importantes, si no la que más, será la de otorgar por fin a los alumnos un espacio digno donde recibir su formación artística, habida cuenta de las carencias existentes en sus actuales instalaciones. Además, está llamado a encabezar la inversión regional en la ciudad tras varios años, quizá demasiados, de obras tardías e incluso baldías. Pero, sin duda, lo que todo el mundo espera de esta intervención es que ofrezca de una vez por todas una solución al agujero del fallido palacio de congresos, epítome de aquella España megalómana previa a la quiebra económica.

El Ayuntamiento de Zamora y la Junta de Castilla y León se han puesto manos a la obra para dar solución a este boquete a cielo abierto que la ciudad sufre desde el año 2008. En primera instancia, el expresidente Juan Vicente Herrera fue quien se sentó a escuchar al alcalde Francisco Guarido acerca de una posible dotación en la esquina de Jiménez de Quesada con Príncipe de Asturias que aunaba centro cívico y conservatorio. Sin embargo, ya con Alfonso Fernández Mañueco en Valladolid, ambas administraciones acordaron que la mejor opción era separar los caminos de ambos proyectos y ejecutar en la Laboral únicamente el espacio de enseñanza.

Interior del nuevo edificio que se levantará en el agujero del palacio de congresos. | PROA

A tal efecto, hace apenas dos meses que Junta de Castilla y León anunciaba una faraónica inversión de quince millones de euros para la construcción del nuevo Conservatorio Profesional de Música, a lo que habrá que añadir otros dos millones destinados a equipamiento. El Ayuntamiento de Zamora, por su parte, acaba de aprobar la licencia de obra para no interrumpir en los planes de la administración regional, que pretende iniciar los trabajos en junio de 2022 con un plazo de ejecución de 36 meses, de manera que el recinto estaría listo para su puesta en funcionamiento en el curso escolar 2025-2026.

Las nuevas instalaciones, cuyo proyecto ha diseñado la firma Javier Fuster Arquitectos, se levantarán sobre una parcela de más de 7.000 metros cuadrados, aunque la superficie útil ascenderá a casi 4.000 metros cuadrados. El centro tendrá capacidad para 420 alumnos y su proyecto incluye un programa de necesidades en el que aparecen aulas para formación general, música de cámara, piano, cuerda, canto, percusión, así como cabinas, aulas de orquesta y de coro, aulas de informática, biblioteca y fonoteca, además de una sala de usos múltiples. Todo ello ocuparía una superficie de 1.693 metros cuadrados.

Vista del edificio desde la propia Laboral. | PROA

El auditorio, por su parte, ocupará una superficie de 750 metros cuadrados y será completamente rehabilitado de acuerdo a los parámetros existentes por encontrarse protegido. Según un primer documento al que ha tenido acceso este diario, existe la condición de que se habilite un acceso público independiente del acceso principal, dado que está previsto que el auditorio funcione ocasionalmente de manera paralela a la actividad del centro. De esta manera, se incluirá un vestíbulo independiente con aseos públicos y otro acceso independiente para artistas y para el servicio, con capacidad para la carga y descarga de instrumentos.