La plaza de Viriato se ha convertido esta mañana en el epicentro de la lucha contra la violencia de género en Zamora, con un acto institucional donde han estado presentes representantes del Ayuntamiento de Zamora, Diputación Provincial y Subdelegación, así como partidos políticos, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y ciudadanos en general.

Todos ellos han guardado un minuto de silencio por las víctimas de la violencia machista frente a un escenario al que ha subido a continuación Inmaculada Andrés, la madre de Leticia Rosino, para leer el manifiesto que para este día ha confeccionado la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), donde se destaca el importante papel que ha tomado España en esta lucha, con acciones como las medidas de protección integral contra la violencia de género de 2004 o el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en 2017, convirtiéndose en el primer país en aprobar algo semejante. “Aun así, todavía hay mucho por hacer y las mujeres tienen la reivindicación legítima de no sufrir ningún tipo de violencia”, se subraya en el texto.

A continuación, Inmaculada Andrés ha querido dirigir unas palabras más personales, en las que ha reconocido “la rabia y la impotencia” que le da escribir sobre violencia de género y donde ha subrayado su deseo de que “ningún asesino debe salir nunca en libertad a la calle”, aludiendo a los políticos y legisladores para que reflexionen si los asesinos “merecen una segunda oportunidad de la que carecen las víctimas”.