Los promotores de la biorrefinería de Barcial del Barco han detenido las obras que se venían desarrollando en las últimas semanas sobre los terrenos adquiridos por la Diputación. Durante los últimos ocho días, ninguna máquina ha trabajado en la parcela, después de que los responsables del proyecto hayan paralizado cualquier acción sin dar más explicaciones que las misteriosas pistas ofrecidas por el gran impulsor del plan industrial, Vicente Merino.

Las máquinas trabajan sobre el terreno durante la pasada primavera. | L. O. Z.

El promotor ofreció la siguiente versión oficial a este medio: “Solo puedo confirmar que la obra se ha parado. El martes pasado me llamaron y me dijeron que todo tenía que detenerse. No puedo decir más”; se limitó a apuntar el empresario, que sí matizó que el asunto se encuentra “en manos de un bufete de abogados penalistas”.

La versión de Merino llega hasta ahí, pero la plataforma pro biorrefinería de Barcial del Barco sí ha ofrecido algún detalle más sobre el trasfondo del conflicto. El colectivo remitió una nota de prensa este martes en la que apuntó a la Junta de Castilla y León y reclamó que la Fiscalía Provincial y Anticorrupción “tomen cartas en el asunto”. De hecho, este grupo de apoyo al plan industrial ha pedido esa intervención por escrito a los órganos competentes.

En declaraciones a este medio, el portavoz de la plataforma, Emiliano Fernández, justificó esa reclamación por la presunta existencia de “injerencias” por parte de “altos cargos” de la Junta, que habrían tratado de perjudicar los intereses de los promotores de la biorrefinería. El representante del colectivo reconoció que él carece de pruebas para acusar a nadie, pero sí aludió a la existencia de conversaciones en poder de otras personas que demostrarían la intervención de terceros.

El propio comunicado de la plataforma insistió en esa misma cuestión: “Desde la plataforma, queremos saber los nombres y apellidos de las personas que están poniendo piedras en el camino y que han llegado a cometer, presuntamente, delitos muy graves, como cohecho y extorsión”, advirtieron desde el grupo de apoyo a la biorrefinería, empeñados en que estos hechos “no queden impunes”.

Unas horas antes del comunicado de la plataforma, el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, quiso templar los ánimos y expresó su confianza en que todo quede resuelto con una conversación entre los promotores y la Junta de Castilla y León. Hasta ayer por la mañana, ni la Delegación Territorial ni la Consejería de Empleo e Industria tenían constancia de ninguna petición de encuentro, aunque se mostraban, en ambos casos, abiertas a charlar con los responsables empresariales.

Sea como fuere, y a la espera de que se conozcan en profundidad las razones que han llevado a los promotores a frenar las obras, lo cierto es que los trabajos vuelven a estar parados y la incertidumbre regresa a una iniciativa empresarial que acumula años sin hallar la fórmula para salir adelante. A pesar del respaldo institucional recibido, el proyecto no ha terminado de arrancar y, en ningún momento, se ha aclarado el origen exacto de la financiación, más allá de una referencia a 163 millones de euros procedentes de Estados Unidos.

Lo que sí parece evidente es que la posición de la plataforma supone el preludio de una batalla para tratar de reflotar de nuevo este proyecto que, una vez más, vuelve a verse encallado.

La Diputación recuperará el dinero del terreno si no hay ejecución

La Diputación recuperará los 307.000 euros invertidos para adquirir los terrenos donde se debería ubicar la biorrefinería de Barcial del Barco si finalmente esa obra no se concreta. Así lo anunció este martes el presidente de la institución provincial, Francisco José Requejo, que mencionó una cláusula de reversión que se activaría en diferentes supuestos. Entre ellos, destaca una cláusula que dicta lo siguiente: “Si en el plazo de 24 meses desde que se formalice en escritura pública el negocio jurídico por el que la Diputación pone a disposición el terreno para la implantación de la biorrefinería, el promotor no acreditase que las obras han sido totalmente ejecutadas y puede ejercerse la actividad, la parcela revertiría en Ecobarcial”.

En todo caso, al menos en público, el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, insiste en mostrar su confianza en que los promotores puedan superar el bache y ejecutar las obras. De no ser así, el fracaso de la iniciativa supondría un golpe para el dirigente liberal, que se ha implicado con intensidad a la hora de facilitar los trámites para que la fábrica se pudiera instalar en Barcial del Barco. Esa entrega personal se tradujo, a efectos prácticos, en la compra de los terrenos, y Requejo quiso destacar que su empuje llegó hasta ahí: “Nosotros nos comprometimos solamente a eso”, advirtió ayer el presidente provincial, que se amparó en la citada cláusula de reversión para evitar cualquier polémica: “No habría problema con el dinero público”, zanjó Requejo, que espera también noticias sobre el futuro de un proyecto que había generado esperanzas en el medio rural.