Bernardo Montoya acaba de ser declarado culpable por unanimidad del asesinato de Laura Luelmo ocurrido el 12 de diciembre de 2018 en la localidad onubense de El Campillo, según el veredicto del jurado dado a conocer hoy, en el que se estiman las circunstancias agravantes de género y de reincidencia para incrementar las penas de prisión a imponer por el magistrado que ha presidido el juicio, Florentino Ruiz Yamuza, así como la indemnización a la familia por los daños sufridos por la pérdida de la joven.

El jurado popular ha declarado culpable por unanimidad al acusado de todos los delitos por los que estaba acusado, asesinato, agresión sexual y detención ilegal. Tras ello, tanto la Fiscalía como las acusaciones que ejercen la familia y la Junta de Andalucía han mantenido las peticiones de pena realizadas en el día de ayer.

Ahora será el magistrado el que tendrá que determinar las penas de prisión a imponer a Montoya, para quien la Fiscalía, la familia de Laura y la Junta de Andalucía solicitaban la máxima condena por el asesinato, la prisión permanente revisable; 20 años por la detención ilegal de la joven por parte del imputado y 12 por la agresión sexual, mientras que el abogado de la acusación, Francisco Luelmo, elevaba esa pena que puede llegar alcanzar un máximo de 15 años con la aplicación de agravantes. La fiscal pide, por su parte, que Montoya indemnice a la familia en la cantidad de 400.000 euros, solicitud con la que las dos acusaciones estuvieron de acuerdo.

Las diligencias judiciales ya establecieron que el asesino confeso de Laura estaba controlando desde su casa a la joven zamorana, que vivía enfrente desde hacía solo tres días en un inmueble que le había alquilado en el pequeño municipio onubense una compañera del instituto de Enseñanza Secundaria Nerva, en el que la zamorana realizaba una sustitución desde hacía una semana.

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El único imputado en el crimen ya comentó a la Guardia Civil que la profesora zamorana "le había gustado mucho" y que cuando ella regresaba del supermercado al verla la abordó y la obligó a "la fuerza a entrar en su casa", donde la retuvo más de una hora. La confesión tuvo lugar durante el interrogatorio tras ser detención el 18 de diciembre, horas después de que se localizara el cadáver de Laura Luelmo, hacia las 12.30 horas del día 17 de diciembre de 2018, en el paraje de "Las Mimbreras", situado a las afueras de El Campillo. La Guardia Civil sostiene que Montoya no dejó el cuerpo de la joven zamorana en ese lugar hasta pasadas las 19.00 horas, sino que dio varias vueltas con el turismo antes de abandonar a la víctima ya muerta en un lugar de difícil acceso, entre jaras que medían más de un metro de altura, lo que dificultó su localización durante los cuatro días de búsqueda por esa zona de la sierra, según relató el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, el coronel Ezequiel Romero.

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