Los forenses descartan la existencia de restos de semen de Bernardo Montoya en el cuerpo de la joven zamorana Laura Luelmo, según manifestó ayer el abogado del único imputado en el asesinato de la profesora ocurrido el 12 de diciembre de 2018 en la localidad onubense de El Castillo, del que se autoinculpó ante la Guardia Civil y ante la magistrada que investigó el caso, pero del que se ha desdicho en el juicio con jurado que celebra la Audiencia de Huelva.

El letrado de Montoya, Miguel Rivera, el único que ha realizado declaraciones públicas, concretó que en la autopsia se hallaron “restos biológicos de Bernardo Montoya, no semen” para manifestar que “no hay nada que lo incrimine en la violación”, según recogen las agencias de noticias. Advirtió que “hay una manta por medio”, la que su cliente usó para envolver el cuerpo de Laura, de la podría proceder el ADN de Montoya.

Una estrategia de defensa en la que se enmarcaría la proclamada impotencia sexual del procesado y que se encamina a impedir la condena a prisión permanente revisable, que exigen Fiscalía y acusaciones particulares, aplicable únicamente cuando el imputado ha asesinado y agredido sexualmente a la víctima, según el artículo 140 del Código Penal.

Los seis forenses explicaron ayer al jurado las graves heridas que provocaron la muerte a la joven zamorana, que el informe fiscal apunta como “una hemorragia cerebral y la fractura del cráneo”, un testimonio clave para que los nueve ciudadanos decidan los delitos por los que se puede condenar a Montoya. El Ministerio Público abunda en que “desde que el acusado comenzó a agredir” a la víctima “hasta que se produjo su muerte, ésta sufrió diversas lesiones”, recogidas en el informe de la autopsia definitiva.

La Fiscalía acusa, pues, a Montoya de someter a “padecimientos innecesarios” a Laura durante más de una hora tras abordarla por sorpresa e introducirla a la fuerza en su domicilio. Una vez en la casa, el procesado “comenzó a propinarle golpes y puñetazos dejándola malherida y debilitada, para después inmovilizarla con las manos atadas, y amordazarla”.

La acusación pública explica cómo el imputado “la trasladó a uno de los dormitorios y la agredió sexualmente”, tras lo que “volvió a golpearla hasta la muerte, la introdujo en el maletero de su coche y la abandonó” en “Las Mimbreras”, donde se halló el pantalón y ropa interior de la joven durante la búsqueda emprendida por la Guardia Civil, con familiares de la joven y vecinos de la zona.

El tío de Laura y abogado de la acusación pide “dejar trabajar al tribunal”

Francisco Luelmo, tío de la víctima y abogado de la acusación particular contra Bernardo Montoya por el crimen de Laura pidió ayer a los medios de comunicación “dejar trabajar al tribunal”, al jurado que decidirá sobre la culpabilidad del imputado y los delitos por los que se le puede condenar. Francisco Luelmo, que impulsó la celebración a puerta cerrada del juicio que se desarrolla en la Audiencia de Huelva desde el lunes, no ha querido realizar ninguna declaración.

Una actitud bien distinta de la adoptada por el abogado que defiende a Montoya y que ayer manifestó que el juicio está yendo “bien” para su cliente tras los testimonios de los seis forenses, unos por haber estado presentes en el levantamiento del cadáver de Laura Luelmo y otros por haber practicado la autopsia. En la mañana de ayer también testificaron por viodeoconferencia dos guardias civiles de Criminalística. Por la tarde, comparecieron conjuntamente cinco peritos del Instituto Nacional de Toxicología y cuatro integrantes de distintos departamentos de la Guardia Civil. El juicio concluye hoy con el testimonio de seis guardias civiles, cuatro forenses y un psicólogo, tras lo que el magistrado que preside el juicio entregará el objeto del veredicto, las cuestiones que determinarán si Montoya asesinó y violó a Laural Luelmo, al jurado que se retirará a deliberar.

TODO SOBRE EL ASESINATO DE LAURA LUELMO