El catedrático de Historia Contemporánea Mariano Esteban de Vega es uno de los candidatos a rector de la Universidad de Salamanca, apuesta que avalan treinta y cuatro años de docencia universitaria y más de un centenar de publicaciones del que fuera vicerrector para la conmemoración del octavo centenario y que ha presentado en Zamora su programa “Cambiemos”.

–Uno de los puntos fundamentales de su programa es la desburocratización de la Universidad, tarea que, critican, quita tiempo de la investigación y la docencia.

–La digitalización de la burocracia se ha convertido en un problema, aunque debería ser precisamente lo contrario. En trámites como la declaración docente, en lugar de buscar una fórmula que digitalmente se resolviera, hemos traducimos a digital el mismo proceso analógico y un trámite que antes llevaba un par de minutos se ha convertido en un proceso complejísimo de 30 o 40 minutos. Los docentes e investigadores dedicamos una parte fundamental del tiempo a procesos administrativos. Nuestro plan general de desburocratización plantea medidas inmediatas, a medio y largo plazo. La primera de todas, no vamos a cambiar ningún procedimiento si previamente si eso implica agravar el problema.

–¿Cuál es el diagnóstico de la investigación en la Universidad de Salamanca?

–Las universidades son centros de transmisión y formación del conocimiento. Nosotros formamos profesionales, ciudadanos y al mismo tiempo producimos conocimiento. La investigación es un elemento clave de la actividad, no podemos eludir que es muy limitada en España, tiene que reforzarse. También se trata de organización, la carrera investigadora no está bien diseñada, hay muchas dificultades para conseguir la estabilización y a veces no hay salidas. Durante la crisis se fugó mucho talento, aunque salir a formarse fuera es esencial, lo malo es no tener posibilidades de volver. Queremos favorecer la carrera de los investigadores jóvenes mediante su incorporación como codirectores. Hay muchos proyectos de investigación en los que un investigador joven con poca experiencia no puede ser el director, pero esta fórmula de codirección los incorporaría. También los gestores de investigación experta en identificar convocatorias, generar proyectos y captar fondos. Hemos creado el vicerrectorado de transferencia que precisamente busca favorecer las relaciones con el ámbito empresarial e institucional para ser más eficaces en la captación de fondos privados para la investigación.

–Salamanca atrae estudiantes, pero no los retiene. Castilla y León sufre una fuga de jóvenes y de talento hacia otras comunidades.

–Es una frustración considerable. Esta es una dinámica que habría que romper, y con todo, no podemos renunciar a esa capacidad formativa tan intensa que tenemos, siempre habrá talento que será aprovechado en otras latitudes. Debe preocuparnos crear estructuras de investigación potentes. Es negativo que nos encontremos en un punto en que solo formamos y exportamos, debemos importar. Somos competitivos. Las universidades más prestigiosas del mundo no se limitan a formar, debemos potenciar los servicios especializados en promover el empleo. Hay que evaluar permanente la empleabilidad de la formación y favorecer la relación con antiguos egresados que tutoricen a los actuales. Esto hace unos cuantos años ni se planteaba pero ahora es clave.

–¿La Universidad de Salamanca ha perdido oportunidades?

–Lo que echamos en falta es ausencia de iniciativas. La idea es que la Universidad tiene que ser líder y el liderazgo exige una iniciativa permanente. En los últimos años se ha dejado llevar. Se aprovecha una situación que en determinados terrenos es bastante buena, pero se ha renunciado a plantear nuevas iniciativas. Esto pasa en algunos terrenos clave como el español, en el que somos líderes mundiales, pero nos lo van a arrebatar porque en este aspecto estancarse es lo mismo que retroceder.

–Una de sus medidas es reforzar el servicio de apoyo psicológico, la salud mental en jóvenes es uno de los grandes temas tras la pandemia.

–Está desbordado. Se ha observado un incremento de los problemas psicológicos de mucha jóvenes tras el confinamiento y la pandemia. Rodearse de servicios a la comunidad define las universidades, que cada vez son menos un simple centro de formación para generar un ecosistema vital y protector, es decir, bienestar.

La candidatura a rector, formalizada en Zamora

El equipo de la candidatura posa con la copia de la formalización tramitada en el registro electrónico. |

Esteban de Vega presentó ayer junto a su equipo su candidatura ante el registro electrónico de la Universidad en el mismo día de su visita al campus de Zamora. Esta formalización, que se realiza de manera tradicional en un acto en secretaria, se ha hecho en el caso de Esteban “desde un centro que no está situado en Salamanca y a través de un elemento clave, el registro electrónico, para llamar la atención sobre la importancia de la digitalización de los procesos administrativos”, ha expresado el candidato, en línea con las propuestas de simplificación burocrática que lleva en su programa, en el que también apuesta por la mejora en la gestión interna y el apoyo a la comunidad universitaria a través de políticas de becas docencia, investigación y empleo, líneas que afectan al campus Viriato, donde para Esteban la apuesta debe ser la “especilización” a través del refuerzo de “los equipos de investigación y en el ámbito del posgrado” en los cuatro centros, de los que hay que “desterrar la idea de campus periférico” para “introducir a la USAL en un momento nuevo, que modifique el rumbo que ha seguido en los últimos años”.