Zamora tiene ganas de volver a tener su Semana Santa en la calle, de sacar los pasos, de desempolvar las túnicas y caperuces, de preparar las velas, tulipas, faroles o hachones. Zamora tiene ganas de vivir, con la intensidad y el recogimiento que le caracteriza, la Pasión. Así se pudo comprobar ayer en el Teatro Ramos Carrión donde por unas horas volvió a ser Semana Santa.

Las cornetas y los tambores, inmortalizados por el público | J.L.F.

El milagro se obró gracias al esfuerzo de un centenar de personas que hicieron posible la materialización del concierto audiovisual “Fragmentos de Pasión”, que conjugó imágenes de las procesiones con músicas características de cada una.

El barandales tocando sus esquilas en penumbra en el escenario anunciando el traslado del Nazareno de su barrio a la seo enlazó con imágenes de la talla acompañadas con unos compases de la primera parte de “Nazareno de San Frontis”. Los tambores del Espíritu Santo dieron paso a fragmentos visuales de la penitencial, mientras que el cuarteto de viento de Luz y Vida tocó entre sombras y se vieron imágenes del Sábado de Pasión.

Sonó “La Pilarica” respaldada por planos de los niños que protagonizan la Borriquita, en tanto que compases de “Cristo de la Sangre” acompañaron a un recorrido visual por el desfile y el acto en la Plaza Mayor de Tercera Caída, según explica el autor de los audiovisuales, Óscar Antón.

Los tambores que marcan el paso del Cristo de la Buena Muerte sirvieron como preámbulo a las imágenes de la hermandad donde pudo oírse cantos de su coro. El público también disfrutó de la Banda de Música de Zamora tocando pentagramas de la segunda parte de “Nazareno de San Frontis” y vieron imágenes de las tallas del Vía Crucis, mientras que los característicos tambores de las Siete Palabras fueron de la mano de imágenes de la hermandad asentada en la Horta.

El Silencio y sus clarines. El silencio y los momentos singulares del desfile del Cristo de las Injurias enlazaron con el bombardino tocado por Eduardo Vidal e imágenes de la Hermandad Penitencial del Cristo del Amparo y sus capas. La subida de la Esperanza por Balborraz pudo volver a sentirse gracias a la interpretación de pincelas de “La Saeta” por parte de los músicos de Nacor Blanco y a las grabaciones.

El paso por la Plaza Mayor de la Vera Cruz a su regreso con la música de “La cruz” precedió a la sombra de la campana del viático del Yacente y a planos de la procesión con el Miserere de fondo.

El toque del merlú de la Mañana antecedió a la interpretación de compases de Thalberg mezclados con un collages de imágenes de los grupos escultóricos, la estación en Tres Cruces o la reverencia. “Chopin” sonó acompañando planos del Santo Entierro a su paso por la Plaza Mayor y pudo escucharse la marcha de Nuestra Madre reforzada por filmaciones del desfile. La banda de cornetas y tambores Ciudad de Zamora accedió al escenario tocando solo los tambores para, a continuación, interpretar una pieza con primeros planos de la Soledad. Posteriormente Manuel Garrido tocó la flauta y el tamboril y las cornetas dieron vida al Bolero de Algodre con planos de Resurrección en su acto en la Plaza.