A puerta cerrada en la Audiencia de Huelva. Finalmente así será el juicio que determinará si el asesino confeso de Laura Luelmo, Bernardo Montoya, debe cumplir prisión permanente revisable, decisión que ha tomado el jurado popular tras un receso para deliberar sobre la petición del abogado de la acusación particular. Este letrado y tío de la víctima, Francisco Luelmo, ha justificado la petición para preservar la "dignidad, privacidad y memoria de la víctima y su familia". La Fiscalía, la Junta de Andalucía y el abogado del imputado, Miguel Rivera.

El abogado de la familia de Luelmo, que aludió al juicio de la manada para justificar la puerta cerrada, ha incidido en que durante los próximos tres días de juicio se abordarán "cuestiones de la intimidad de la víctima que perjudicarán su memoria y el buen trato de la familia", para lo que ha mencionado el estatuto de la víctima que entiende que el derecho de esta "ha preservarse fundamentalmente frente a todos los derechos y, desde un punto de vista técnico, es un derecho constitucional pero que las leyes dicen que se debe limitar en un caso como este, mediático a pesar de la familia".

Al mismo tiempo, ha subrayado que ese "respeto a la intimidad y a la familia ha de garantizarse porque no entra en colisión el derecho a informar de los medios", por lo que el presidente de la sala, Florentino Ruiz Yamuza, pidió al jurado que se retirara a deliberar con tres opciones sobre la mesa: "Que continúe a puerta abierta; absolutamente a puerta cerrada o que parte de las sesiones sean a puerta abierta y otras a puerta cerrada, las relativas a imágenes o vídeos que particularmente incidieran en la privacidad de la víctima". Finalmente, se ha optado por la primera.

El asesino confeso de la joven zamorana cometió el crimen el 12 de diciembre entre las 17.22 y las 18.42 horas, al poco tiempo de su desaparición.

La petición de la fiscal

La fiscal Jessica Sotelo exige prisión permanente revisable para Montoya además de 32 años por agresión sexual (12 años) y detención ilegal (20 años) ; alejamiento de la familia de la víctima durante 22 años y que no pueda aproximarse a Zamora, donde residen los allegados de la joven, que exigen, al igual que la Junta de Andalucía que, como acusación popular, la máxima pena de cárcel por el presunto asesinato, la prisión permanente. El Ministerio Público solicita, a mayores, ; que Montoya no pueda llegar al tercer grado penitenciario hasta cumplidos 22 años de reclusión y diez años de alejamiento de la familia de Laura que reside en Zamora. La indemnización para la familia de la víctima la fija en 400.000 euros.

Bernardo Montoya, un delincuente habitual, fue condenado ha 18 años de cárcel, por asesinar a una anciana de 82 años 1995, quien le había denunciado en varias ocasiones por entrar a robar en su domicilio. Cumplidos 17 años fue puesto en libertad condicional para asentarse en la casa familiar de El Campillo, situada junto a la de Laura Luelmo, dos meses antes de cometer el asesinato de la joven zamorana.