El Ejército y la Universidad de Salamanca se darán la mano para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la reapertura del campamento militar de Monte la Reina. Y es que, los nuevos estudios de grado en Desarrollo de Aplicaciones 3D Interactivas y Videojuegos, que desde este curso se imparten en el Campus Viriato de Zamora, podrían servir a la actividad castrense para mejorar su tecnología e incluso crear diferentes tipos de software con utilidades tan dispares y necesarias en el campo militar como estudios cartográficos, elaboración de planimetría o minuciosos análisis del terreno. El Gobierno de España y la institución académica están dispuestas a colaborar al objeto de exprimir la presencia de los efectivos en la provincia, de manera que todas las partes puedan salir en el futuro beneficiadas.
Lejos de quienes puedan pensar que la recuperación Monte la Reina consistirá en crear a las afueras de Toro un aparcamiento de militares, la realidad es que las intenciones estatales son mucho más ambiciosas. De hecho, el proyecto no deja de resultar atractivo para el sector de la tecnología. Si el pasado verano era el Centro Tecnológico CARTIF de Boecillo el que presentaba ante la Subdelegación de Defensa su intención de convertir este acuartelamiento en pionero de la autosuficiencia en Europa, ahora la Universidad de Salamanca tiende puentes también para trazar una relación simbiótica en relación con el desarrollo de aplicaciones en colaboración con el Ejército de Tierra.
El diputado del Partido Socialista por Zamora, Antidio Fagúndez, ha sido el principal enlace entre la Universidad de Salamanca y la Secretaría de Estado de Defensa para avanzar en esta relación de mutuo beneficio. Tras reunirse por separado con ambas partes, está previsto ahora que la representante del Gobierno, Esperanza Casteleiro, y el rector universitario, Ricardo Rivero, mantengan un encuentro en el Campus Viriato, junto con el parlamentario local, para diseñar una estrategia de trabajo. Una visita que servirá para poner encima de la mesa fórmulas de cara a esa colaboración sobre el propio terreno, de manera que la secretaria conozca las instalaciones zamoranas que podrán servir para futuros trabajos del Ejército.
En la práctica, lo que se busca con esta sinergia es que Defensa se beneficie de los estudios que se imparten en la capital, así como de sus instalaciones, para desarrollar software que sirva para diferentes aplicaciones sobre el terreno y también sobre la maquinaria que utiliza el propio Ejército. “Estamos hablando, además, de software libre, por lo que su beneficio no se circunscribiría únicamente a la actividad militar”, expresa Fagúndez. O, en otras palabras: el aparato castrense se vale del Campus Viriato para desarrollar tecnología y la Universidad de Salamanca gana visibilidad y, posiblemente, un ecosistema empresarial asociado a la investigación de aplicaciones tecnológicas que genere riqueza para el conjunto de la provincia de Zamora.
El proyecto para la reapertura de Monte la Reina se encuentra ahora en su primera fase, que no es otra que la de echar a andar mediante el inicio de la pertinente tramitación por parte del Ministerio de Defensa. Sin embargo, a ras de suelo y lejos de las altas esferas ya se está trabajando para exprimir al máximo la oportunidad que la llegada de los militares abre a este territorio. “La llegada de zapadores y artillería es muy importante para nosotros, pero también lo es que el Ejército de Tierra pueda trazar estrategias de colaboración con los entes que ya existen en la provincia, como es la Universidad de Salamanca”, detalla Antidio Fagúndez. Una relación mutuamente beneficiosa que debe servir para que Zamora alce el vuelo y comience a dejar atrás la era de los análisis sobre despoblación para tomar el camino de las soluciones y la recuperación, tanto económica como demográfica, lo más rápidamente que sea posible.
Experiencias en Huesca o en La Palma, ejemplos claros de utilidad
El objetivo de la colaboración entre el Ejército y la Universidad de Salamanca es el desarrollo de software que se pueda aplicar tanto en las maniobras militares como en otros ámbitos de la vida civil. Un claro ejemplo de esto es la actividad que está desarrollando actualmente la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la catástrofe provocada por el volcán de La Palma. “Allí, los efectivos están trabajando en cartografiar el terreno con drones, utilizando su propia tecnología que también han puesto al servicio del interés público”, detalla Antidio Fagúndez, diputado del Partido Socialista en el Congreso por Zamora. “Por otra parte, nos podemos fijar también en experiencias que han resultado muy beneficiosas en otros lugares, como en Huesca, donde la presencia militar ha servido para llegar a importantes acuerdos en otros ámbitos, como el tecnológico”, añade. Una oportunidad que ahora la provincia de Zamora puede aprovechar con la reapertura de Monte la Reina.
