Los dos imputados por atracar a mano armada la oficina de Unicaja en Corrales del Vino para llevarse 33.110 euros acaban de ser condenados a 10 años de prisión por el Juzgado de lo Penal, cuya sentencia se basa, entre otras pruebas, en la grabación de la cámara de la entidad en la que se ve a un individuo corpulento con pasamontañas y a otro de menor estatura con gorra y la cara oculta.

El modus operandi de los dos hombres, así como sus antecedentes penales (ambos en la cárcel cuando se celebró el juicio en Zamora) y su imputación en atracos a entidades bancarias, llevan a la magistrada a considerar que existen suficientes indicios para imponer 5 años de cárcel a cada uno, como autores del asalto a la oficina ocurrido el 21 de marzo de 2019, a hacia las 9.30 horas. Precisamente, los dos condenados llevaban a cabo los robos minutos antes de la apertura al público de las oficinas bancarias, cuando la recaudación aún no se había recogido.

En el atraco de Corrales, el detenido de menor estatura llamó a la puerta de la sucursal hasta que logró que un empleado le abriera en la creencia de que se trataba de un cliente de la localidad que había madrugado. El condenado llevaba una especie de bufanda que le ocultaba la mitad de su rostro y una gorra, vestimenta acorde con la fría mañana de primeros de marzo, por lo que no levantó sospechas.

Una vez abierta la entidad, el acusado empujó al trabajador hacia el interior y, en instantes, su cómplice ataviado con un pasamontañas, de complexión más fuerte y de mayor altura, accedió también a las instalaciones. Armados con pistola y bajo amenazas, lograron intimidar al personal de Unicaja Banco y hacerse con los 33.110 euros que había en metálico, incluida una cantidad en moneda extranjera, según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

De acuerdo con la investigación, los dos individuos actuaban siempre en localidades pequeñas y con salida a autovías o carreteras nacionales que les permitían abandonar rápidamente el lugar del atraco, así como la ubicación de la oficina respecto de esas vías de comunicación y la rutina de los trabajadores, al objeto de asegurarse una huida fácil tras dar el golpe, como ocurrió en Corrales del Vino, donde hubo alarma social por estos hechos.

Recurso ante la Audiencia

Los condenados, uno de ellos aún en prisión por otra causa, preparan ya el recurso ante la Audiencia Provincial para evitar su ingreso en prisión para lo que alegarán que no existen pruebas directas de su intervención en el asalto por el que se les impone los 10 años de cárcel, ya que en las imágenes de la cámara de la entidad no se puede reconocer el rostro de ninguno de los dos atracadores, lo que impediría demostrar que fueron los autores del robo. Una alegación que ya realizaron sus abogadas durante el juicio, en el transcurso del cual los acusados negaron haber estado en el municipio corralino.