Defensor de la independencia de los jueces, actúan “según sus convicciones y las leyes”, el presidente de la Audiencia de Zamora deja la pelota en el tejado de los parlamentarios: “Deberían ser conscientes de que se deben a las instituciones y no a sus partidos políticos” al renovar los órganos judiciales, ahora el Tribunal Constitucional. A punto de dejar su profesión, tras 35 años en ejercicio, Jesús Pérez Serna, solo espera que se le recuerde como “un juez que fue juez, que intentó ser justo en todo momento” y, sobre todo, “como una buena persona, una persona normal”.

–Hace casi ocho años que llegó a la Presidencia de la Audiencia, ¿deja mejor los juzgados y la Justicia?

–En términos generales, la evolución de la Justicia ha sido positiva. Hemos pasado la pandemia, que ha sido muy dura, pero hemos logrado que no se paralizase como consecuencia de esa situación; y se ha fortalecido todo el sistema telemático de los juzgados y de la Audiencia.

–Esa digitalización tan perseguida llegó de repente, dio un vuelco absoluto al trabajo en los juzgados, ¿fue difícil?

–La pandemia obligó a acortar etapas y a modernizarse todo lo posible. Hubo que celebrar juicios telemáticamente, al principio obligados, pero estos medios han llegado para quedarse.

–En Zamora, se logró, incluso retomar la actividad antes de finalizar el confinamiento.

Jesús Pérez Serna durante la entrevista en su despacho de la Audiencia de Zamora. |

–Solo hubo un cierto parón al principio del confinamiento, pero en el mismo mes de marzo hubo que continuar, aunque solo con el juzgado de guardia y atendiendo los asuntos más indispensables. Sobre todo, se continuó funcionando y la gente que tuvo necesidad de recurrir a la Justicia pudo hacerlo.

–Fue una situación muy delicada para las mujeres que sufren violencia machista, obligadas a permanecer las veinticuatro horas del día con sus maltratadores, ¿el Juzgado y la Fiscalía de Violencia de Género tuvieron que arbitrar mecanismos especiales para protegerlas?

–Sí, hubo una coordinación de esos dos órganos con el juzgado de guardia para adoptar medidas específicas según las necesidades de cada caso concreto; se facilitó el acceso a un domicilios diferentes al compartido con el maltratador; la separación para aquellas mujeres que no podían continuar viviendo con su maltratador.

–35 años después de su nombramiento como juez, ¿qué destacaría de la evolución de la Justicia, qué ha cambiado?

–A parte del cambio de mentalidad en la sociedad, que ha llegado a la Justicia, fundamentalmente, se ha evolucionado en medios materiales, que eran escasísimos: y, en personal. Incluso los sueldos de jueces y funcionarios estaban bastante desfasados y se actualizaron con la Ley Mújica. A partir de ahí, se ha tenido más en cuenta a la Justicia, se han creado muchos órganos y se ha ido a la especialización.

Jose Luis Fernández El magistrado durante la entrevista.

–¿Cuántos juzgados había en la provincia entonces?

–En febrero de 1988, cuando llego a Zamora, había dos juzgados de distrito y dos de Primera Instancia e Instrucción. Después, se crearon los de lo Penal; después, los de Contencioso; los específicos de Menores; los de Vigilancia Penitenciaria y, ahora, de Violencia de Género.

–Hoy operan 16 juzgados en Zamora, ¿obedece a una mayor conflictividad de lo ciudadanos o se han colocado sus derechos donde siempre debieron estar?

–No diría que hay una mayor conflictividad, que puede ser, pero no es el factor más importante en la creación de juzgados, sino que se ha pretendido cubrir todos los aspectos que los ciudadanos demandaban de la Justicia de forma consistente, fuerte, según la necesidad concreta. Ha habido una mayor evolución de derechos de los ciudadanos, una mayor defensa y una correlativa dotación de garantías para defender esos derechos.

“La Justicia es hoy más garantista de los derechos ciudadanos”

–¿Diría que actualmente estamos ante una justicia más justa?

–Más justa no, en aquellos años era justa en el sentido que entendemos por justa. Diría que la actual es más garantista y tiende a cubrir más los diferentes aspectos que la sociedad demanda. Entonces, quizás, éramos menos reivindicativos y la ciudadanía lo es más ahora, acude más a la Justicia en defensa de sus derechos porque tiene más conciencia de estos.

Siempre me he sentido plenamente independiente para dictar sentencias, cuando entré y ahora

Jesús Pérez Serna - Presidente de la Audiencia Provincial de Zamora

–En aquel tiempo, había una convicción de que el juez estaba al servicio del poder político, 35 años después se continúa a vueltas con la independencia judicial. Defiéndala...

–Puedo hablar por mí mismo. Me he sentido plenamente independiente en mi carrera, cuando entré y ahora. La independencia es algo que los jueces tenemos a gala. La adscripción política o la politización de la Justicia es una idea que está más presente fuera que dentro de la profesión. Somos cuidadosos, la nota característica de lo que debe ser un juez es la imparcialidad e independencia.

–La renovación del Tribunal Constitucional envuelta en la polémica sobre la cercanía de los candidatos al PP o al PSOE, ¿no evidencia la politización sigue muy viva?

–Es inevitable adscribirles a una u otra tendencia política, pero creo que en el desempeño de sus funciones son independientes, se rigen por sus propias convicciones y sus conocimientos legales.

–¿A pesar de las muchas sentencias polémicas dictadas y que apuntan a cierta parcialidad?

–Muchas veces uno no puede abrogar de sus propias convicciones, estas nos acompañan en todos los actos de nuestra vida, eso no quiere decir que haya que rendir pleitesía o pagarse nombramientos. Dictar una sentencia en un sentido u otro depende de la propia convicción del juez, aunque la prensa o la ciudadanía le adscriban a una u otra tendencia política.

–¿Cómo se podría conseguir un Tribunal más ecuánime?

–Los representantes ciudadanos, congresistas y senadores, deberían ser conscientes de la responsabilidad y asumir la carga que supone su cometido, y que se deben a las instituciones y no a sus partidos políticos.

La pandemia acortó etapas en la digitalización de los juzgados y de los juicios, que ha llegado para quedarse

Jesús Pérez Serna - Presidente de la Audiencia Provincial de Zamora

–¿Alguna espinita clavada porque que fuera excesivamente duro al juzgar a alguien?

–Ha habido alguna que cuando me la han revocado he pensado que quizás no tenía razón.

–Ha sido el único juez de la provincia que, ante un caso mediático, el del soldado de Monte la Reina, decidió dar una rueda de prensa junto al forense en un época en la que no era lo habitual, ¿por qué decidió hacerlo?

–Era tal la demanda de información de todos los medios de comunicación que, para ser equitativo y justo e informar a todos por igual, decidí dar una rueda de prensa, con el médico forense y un fiscal. Dimos toda la información que se podía y los periodistas pudieron preguntar lo que creyeron conveniente. Siempre he creído que los ciudadanos tienen el derecho a estar informados de aquellos asuntos que transcurren en la Justicia.

–Continúa siendo difícil que los jueces, sobre todo en las provincias, convoquen a periodistas, ¿por qué esa desconfianza?

–Es más temor: qué se va a decir, si se pueden dar más o menos datos, hasta dónde llegar. El juez tiene que ser cauto y prudente, igual que a la hora de realizar su trabajo. Pero creo que se ha normalizado y ahora vemos con mucha asiduidad a jueces hablando en los medios de los asuntos más notorios o llamativos para la sociedad.

–¿Recuerda algún caso de especial trascendencia?

–El del soldado desaparecido en Monte la Reina; el del puente de Manzanal, la polémica que hubo sobre si Iberdrola debía costearlo, y que construyó la Diputación de Zamora; el del alcalde de Peleas; el de los huertos solares, uno de los más complejos...

Jesús Perez Serna repasa el estado de la Justicia en Zamora. Jose Luis Fernández

–¿Es partidario del Tribunal del Jurado?

–Soy partidario de que determinados delitos se fallen a través del Jurado, sí sería un poquito más selectivo y, fundamentalmente, dejaría los delitos de sangre.

–¿La Justicia goza de buena salud en Zamora, es ágil?

–Zamora es de las zonas privilegiadas a nivel nacional en lo que al funcionamiento de la Justicia se refiere, tenemos órganos suficientes, buenos funcionarios y está dotada relativamente bien, de modo que, es bastante ágil en más del 90% de asuntos, y bastante atinada en sus sentencias.

–¿A pesar de que más de un 30% de jueces son sustitutos?

–Es una situación coyuntural, que no tiene por qué prolongarse, de hecho, el Juzgado de Toro ya tiene a la titular definitiva, que tomará posesión en breve. En Zamora, la juez de refuerzo para asuntos bancarios del Juzgado número 6 es titular del Juzgado de lo Social y seguramente a primeros de año tome posesión. Son situaciones que se dan cada cierto tiempo.

–¿Los juzgados están al día; en Benavente siguen con atasco?

–Hay juzgados que asumen mucha carga de trabajo, pero podemos decir que funcionan bien todos, incluidos los de Benavente, con dos juezas competentes que están sacando adelante mucho trabajo.

Las convicciones propias nos acompañan en todos los actos de la vida, eso no quiere decir que haya que rendir pleitesía o pagarse nombramientos.

–¿El de Toro ha remontado?

–Tiene problemas porque tiene poco personal, pero se sostiene y funciona dentro de los cánones exigibles.

–Se critica que en Zamora hay demasiadas conformidades y pocos juicios que se celebren.

–No me lo parece, es bueno que existan, supone un reconocimiento de los hechos, que la pena pueda cumplirse rápidamente y el darle un voto de confianza a los condenados si no vuelven a reincidir.

–Cada vez hay menos niños y adolescentes en Zamora, ¿el Juzgado de Menores está abocado a desaparecer?

–No. Debe existir porque su jurisdicción es muy específica y necesita un tratamiento muy diferenciado; otra cosa es que se decida que un juez de menores lleve más de una provincia.

–¿Se plantea ya esa opción?

–De momento no, se están estudiando posibilidades por la escasa carga de trabajo de los de Soria, Ávila o Zamora, que podrían agruparse en un juzgado especializado.

–¿El Juzgado de Violencia de Género debería estar desligado del número 5?

–Sería lo deseable, porque el número 5 tiene competencias en la jurisdicción civil y penal también, pero el número de asuntos de violencia de género, al parecer, no es suficiente para crear el específico.

–¿Los delitos de agresiones y abusos sexuales a mujeres y a menores han aumentado o existe una mayor conciencia?

-No sé si hay más casos o menos, está claro que ocurre que se denuncia más; y se hace rápidamente, es lo que se debe hacerse para poder indagar e instruir mejor el tema.

–Sin embargo, se sigue cuestionando a las víctimas.

-No, no, la sentencia hay que dictarla sobre una serie de hechos probados, ese es el verdadero quid de la cuestión. Muchas veces, por la naturaleza de este tipo de delitos, que ocurre en privado, sin testigos, se cuenta con muy poquitas pruebas, que hay que hilar muy fino, pero se está condenando con la declaración de los victimarios.

La presión social permite, sobre todo, avanzar en la modernización y actualización de las leyes, provoca los cambios en ellas

Jesús Pérez Serna - presidente de la Audiencia de Zamora

–¿La mentalidad de los jueces y fiscales ha avanzado?

–Sí, hay técnicas de psicología del testimonio que ayudan a comprender dónde está la razón y la verdad de los hechos. El avance se constata con la cantidad de sentencias condenatorias.

–La sentencia de la mandada es bien reciente, ¿sin la presión social no hubiera sido la misma?

–Yo creo que sí, los tiempos son los que marcan la pauta a seguir, a parte de esa presión popular que fue muy grande, me remito a los casos de agresión sexual que hemos juzgado en la Audiencia de Zamora sin presión social, aquí se está condenando con bastante asiduidad.

–¿No cree que esa presión social a veces es necesaria para sacudir la conciencia de los jueces?

–Permite, sobre todo, avanzar en la modernización y actualización de la legislación, muchas veces los tipos penales suponen un freno, por eso digo que es la que provoca los cambios en las leyes, el adecuarlas al momento en que vivimos.