La apuesta del Gobierno por Monte la Reina es decidida. Tanto, que el próximo año 2022 comenzarán las obras de acondicionamiento con esos veinte millones de euros consignados en los Presupuestos Generales del Estado. Ese es el compromiso que Margarita Robles ha plasmado sobre el papel de un comunicado de prensa tras la visita realizada ayer a las instalaciones militares de las afueras de Toro. Así hubo de ser, puesto que la ministra de Defensa no tuvo tiempo para atender a los medios de comunicación y explicar el proyecto que previamente había conocido de manos de tres generales del Ejército de Tierra. Fueron ellos quienes informaron a la dirigente de las particularidades de este campamento de 1.200 hectáreas que, más que probablemente, cambie de ubicación. Y es que, una de las propuestas planteadas en este nuevo horizonte es que el acuartelamiento salte la carretera y se sitúe del otro lado de la N-122, en los terrenos del antiguo campo de maniobras.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, visitaba ayer el campamento militar de Monte la Reina para conocer el terreno sobre el que hay presupuestados 20 millones de euros para la apertura de un nuevo acuartelamiento. Un proyecto que ha conocido de manos del jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el teniente coronel Amador Enseñat, y de los generales Joaquín de la Torre, Luis Francisco Cepeda y César García del Castillo, que se han encargado de las explicaciones técnicas sobre las futuras instalaciones. Precisamente, han sido estos últimos los que han desvelado ante la representante gubernamental la principal novedad de todo el expediente, como es la propuesta de una nueva ubicación para el conjunto de edificios castrenses debido a incompatibilidades entre la superficie y la legislación vigente.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, recibe la información del proyecto sobre el terreno del campamento militar de Monte la Reina. | Jose Luis Fernández

De acuerdo con las explicaciones ofrecidas por los responsables del Ejército de Tierra, las condiciones de inundabilidad del terreno a la vera del río Duero impedirían, con la normativa actual en la mano, levantar cualquier tipo de construcción en buena parte de la parcela situada a la derecha de la N-122 en dirección Toro. Una particularidad que ha puesto encima de la mesa la posibilidad de saltar la carretera y situar todo el engranaje del campamento del otro lado de esta vía.

Tras escuchar las explicaciones por parte de los generales, la ministra de Defensa ha ordenado el “inmediato inicio” de los trámites administrativos previos para la ejecución del proyecto. Y es que, el primer paso para el regreso de la actividad castrense a las afueras de Toro consiste en adecuar un marco legal que permita acometer las obras, para las que el Gobierno de España ha presupuestado 20 millones y que podrían arrancar en el año 2022. Esa, al menos, es la previsión lanzada por el Ministerio de Defensa después de esta visita para el reconocimiento de los terrenos.

Durante la supervisión del campamento militar abandonado, la ministra Robles ha estado acompañada por la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco. Ninguna otra autoridad local o provincial estaba invitada a este breve reconocimiento.