La festividad de los Fieles Difuntos tuvo dos actos principales en el cementerio de San Atilano, el homenaje a los caídos y la procesión nocturna de las ánimas.

El general Manuel Maldonado, comandante militar de Salamanca y Zamora presidió el acto en honor a los militares caídos por la patria en el cuartel reservado al personal militar del cementerio de San Atilano. Una sencilla ceremonia que abrió el general con un breve discurso y el recuerdo a los fallecidos este año en acto de servicio, al que siguieron las palabras del capellán y la colocación de la corona de laurel con la bandera de España por parte de dos militares vestidos de época, el antiguo regimiento de zapadores y minadores.

Acto militar en el cementerio. Emilio Fraile

Medio centenar de efectivos del Regimiento de Ingenieros de Salamanca, el Cuartel General del Mando de Ingenieros y la Guardia Civil de Zamora, además de la Banda de Guerra del cuartel charro General Arroquia formaron los honores, que incluyeron el disparo de salvas por parte de un piquete para finalizar la breve ceremonia, a la que asistieron numerosas autoridades y ciudadanos.

Por la tarde, ya noche cerrada por el cambio de hora, salió por las calles del cementerio la procesión organizada por la Cofradía de las Ánimas de San Atilano, un homenaje póstumo para todos los seres queridos que descansan para siempre en el camposanto de San Atilano.

Como todos los años a las ocho y cuarto de la tarde se organizó la procesión por las calles del cementerio con el Santo Cristo del Perdón, rezando el rosario y aplicándolo por todos los que descansan en la paz del señor.

Procesión de las Ánimas, en el cementerio. | Emilio Fraile

El capellán, Florencio Gago fue el encargado de dirigir el acto religioso al que asistió una representación de la Hermandad de Jesús Luz y Vida, cuya imagen titular está hasta hoy mismo expuesta en la capilla del cementerio de San Atilano.

Las velas encendidas son el elemento distintivo de una procesión que este año se vio perturbada por la amenaza de lluvia.

Hay otra cofradía de Ánimas en Zamora, la de Carrascal, si bien hace años que dejó de celebrar la procesión el mismo día 2 para posponerla a una fecha que propicie una mayor presencia de hermanos. Este año se celebrará el domingo 14.

Este año se va a sacar en procesión la vara con la nueva policromía, la auténtica insignia de la cofradía. Se trata de una vara de madera que data del siglo XVII rematada por un escudo con figuras en ambos lados. Restaurada en 2017 “debajo de las imágenes de esas ánimas del purgatorio se han encontrado otras ocultas: las de San Roque en una cara y en la otra la de San Sebastián”, relata la devota Nuria Pablos. Hay pruebas de la existencia de esta cofradía de ánimas ya en el siglo XVIII.