Con todo preparado para la llegada de la festividad de Todos los Santos, la lluvia tampoco se ha querido perder la cita. Paraguas en mano y ramo debajo, muchos son los zamoranos que han acudido para ultimar los preparativos antes del encuentro hoy en el cementerio de San Atilano.

Varias personas en el cementerio. | Jose Luis Fernández

Es una fecha que siempre suscita interés, el tránsito de gente en los alrededores del camposanto se ha convertido en un habitual esta semana y el espacio ha sido uno de los sitios más transcurridos de la ciudad estos días.

Una estampa que recuerda a tiempos prepandemia, el Día de los Santos retorna su antigua normalidad con la recuperación de aforos al aire libre y, si el tiempo lo permite, apunta a ser un día de alta asistencia en San Atilano.

Aunque el pronóstico no vaticina lluvia, habrá que estar pendientes del cielo hasta el último momento para no llevarse sorpresas.

Un temporal que no ha amenazado la economía de la venta de crisantemos. Un total de cinco tenderetes son los que dan color al cementerio de San Atilano, todos ellos han estado en los exteriores del camposanto, más concretamente en el aparcamiento, a lo largo de la semana. “El último día es cuando más se vende, la gente suele esperar para venir a por su centro” explica un florista. Ellos son los primeros en notar el aumento de capacidad para estos eventos, permitiendo un respiro en sus ingresos después de sufrir los estragos económicos de una pandemia que no les puso nada fácil desempeñar su labor.

El Ayuntamiento de Zamora se adelanta a una probable alta presencia para esta fecha reforzando estos días el servicio de autobuses urbanos con la intención de facilitar el acceso de los ciudadanos al camposanto. La línea 2 aumenta su flota y amplia horarios también con la intención de no colapsar el tráfico, aunque de ello también estarán pendientes el servicio de Policía Municipal.