En una esquina del laberíntico parque tecnológico de Braganza se encuentra el epicentro de la toma de decisiones del área de Valorización del Interior del Gobierno de Portugal. Apenas una puerta separa la zona de las empresas y este espacio dedicado a la gestión política y a la lucha por el desarrollo de los territorios más castigados por la despoblación en el país vecino. Hace dos años, el presidente luso, Antonio Costa, aprobó el traslado de parte de la Secretaría de Estado al corazón geográfico del problema que aborda, un movimiento que “ha tenido mucho impacto” en la localidad, situada a 25 kilómetros del límite fronterizo con la provincia y a 100 de Zamora capital.

Así, mientras España debate cómo abordar un proceso de descentralización de sus instituciones que sea efectivo y redunde en una mejor vertebración del territorio, Portugal ya ha realizado tres movimientos en esa línea. Las ciudades beneficiadas han sido Castelo Branco, Guarda y la propia Braganza. Todas ellas se sitúan ahora en el eje de la gestión de asuntos que resultan prioritarios en el contexto de su propia región.

En el caso del municipio de Tras-os-Montes, la mujer al frente de esta delegación es Isabel Ferreira, que dirige un departamento integrado en el Ministerio de Cohesión Territorial. La política lusa señala que la presencia de parte de su equipo en Braganza “tiene mucho sentido”, si se tiene en cuenta que la tarea principal que desempeña se halla vinculada con el impulso al desarrollo de las zonas interiores. En Portugal, la brecha se abre entre la costa y las regiones fronterizas.

Así, en Braganza, Ferreira cuenta con cinco trabajadores de la tierra que “tienen la posibilidad de trabajar para el Gobierno” desde su lugar de origen. En el caso de la secretaria de Estado, todo se divide entre el municipio vecino y Lisboa, donde suele acudir a principios de semana a mantener reuniones de coordinación con el ministerio. Sus propios empleados aluden a la comodidad que ellos mismos perciben a la hora de organizar la tarea entre la capital y la periferia: “Con las nuevas tecnologías, todo es más fácil”.

Durante los días que pasa en Braganza, Ferreira recibe a empresas e instituciones y atiende las necesidades de las zonas interiores del país. Lógicamente, también se desplaza, pero el eje de las actuaciones se sitúa en Tras-os-Montes. Por allí pasa todo, y eso está teniendo “una gran influencia” en el entorno del municipio.

Es muy importante estar aquí”, destaca la responsable de Valorización del Interior. Y no solo se refiere a la ciudad; también subraya la relevancia de Brigantia Ecopark, el parque tecnológico que les sirve como hogar: “Es un centro de conocimiento que nos facilita el trabajo en red. Para dinamizar las zonas interiores son muy importantes las dinámicas de proximidad, y tenemos que aprovechar todos los recursos que nos proporciona la instalación”, defiende.

Isabel Ferreira, durante una intervención en una visita a Zamora. | L. O. Z.

En materia demográfica, la llegada de la delegación ministerial a Braganza no ha tenido una repercusión directa. Los cinco empleados ya vivían en la ciudad y, aunque hubieran llegado de fuera, no forman un grupo significativo. Aun así, el movimiento está “dando muchos resultados”. La descentralización ha permitido que los políticos de la zona tengan los recursos más a mano y logren optimizar mejor su relación con el ministerio. La decisión ya no se toma en Lisboa, sino sobre el terreno.

En esa línea, Ferreira reivindica el hecho de que Braganza haya conseguido quintuplicar su captación de fondos europeos durante el periodo 2020-2021: “Ha servido de mucho”, insiste la política portuguesa, que no parece contrariada por el hecho de tener que ir y volver constantemente de la capital a la zona fronteriza.

En cuanto a la continuidad de la delegación en Braganza si se produce un cambio de Gobierno, Ferreira se muestra sincera: “No puedo predecir el futuro”, recuerda. Eso sí, su visión es que esto “debe tener un camino de continuidad”. “Creo que es lo mejor para el país”, abunda la política nombrada por el PS de Antonio Costa.

Distinta es su respuesta al ser cuestionada por si España debe emprender el mismo camino: “No puedo hablar por ellos”, se justifica la responsable portuguesa, que sí aclara su punto de vista: “Para mí, estos movimientos ayudan a dar valor a nuestros recursos y colaboran a que haya inversión, empleo y servicios repartidos a lo largo de todo el territorio”, concluye.

En esa línea, la descentralización que ahora proyecta también Pedro Sánchez aparece como otro rayo de esperanza para Zamora, que pronto tendrá un parque tecnológico creado con Brigantia Ecopark como espejo. Los líderes locales y las asociaciones contra la despoblación reclaman que el Gobierno se fije en la provincia a la hora de empezar a mover ficha.

Una estrategia para “beneficiar a las personas que viven en la frontera”

Como dirigente del Ministerio de Cohesión Territorial de Portugal, desde el área de Valorización del Interior, Isabel Ferreira tiene una importante responsabilidad en la evolución de la Estrategia de Desarrollo Transfronterizo que el país luso comparte con España. La representante del área descentralizada en Braganza señala que ese documento vivo busca “beneficiar a las personas que viven en la frontera”. De hecho, a su juicio, así se ha podido comprobar con los compromisos adquiridos en la cumbre de Guarda y “reforzados” hace unos días en Trujillo.

En ese sentido, Ferreira destaca que la estrategia “es pionera en el espacio europeo” y permite obtener “unos resultados muy concretos” y “un impacto real en la vida de las personas”. La política lusa habla de cuestiones sanitarias, relacionadas con la economía y las prestaciones y con la necesidad de dar herramientas a las personas para trabajar a ambos lados.

“Son medidas que hacen desaparecer la frontera y que buscan favorecer un mayor desarrollo económico en territorios que, generalmente, sufren más la despoblación”, explica, con convencimiento, Isabel Ferreira.