La figura de Amparo Barayón está íntimamente ligada a la ciudad y la provincia. Con la llegada del día de Todos los Santos, Zamora rinde homenaje a la sepultura de Amparo, situada en el cementerio de San Atilano, mediante una ofrenda floral en honor a su memoria.
El acto contó con la presencia del Alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, y de miembros zamoranos de Comisiones Obreras, junto a una treintena de allegados desde tierras asturianas.
Varias personalidades sindicalistas recordaron la vida y memoria de Barayón, haciendo un recorrido por su carrera personal y profesional, poniendo en valor su actitud libre pensadora que la llevan a ser una de las grandes referentes históricas de la provincia.
El acto también supone un homenaje a los civiles zamoranos. Guarido no dejó escapar la ocasión para recordar a todos los zamoranos y zamoranas víctimas del régimen. “Amparo es la cara visible de este acto, pero también queremos hacer referencia a la sociedad civil que sufrió las consecuencias del franquismo, es también momento para conmemorarlos”, apuntó el edil.
La vida de la pianista y activista política se vive a través de los testimonios de su marido Ramón J. Sander y que se relata a través de la literatura, cuando el hijo de ambos rescata del olvido a su madre y publica la obra “Muerte en Zamora”.
La responsable de igualdad de Comisiones de Asturias, Esther Menéndez, ensalzó la figura de Amparo, “su independencia y feminismo empoderado la llevaron a ser una mujer modelo para la sociedad actual”, explica la asturiana.
Un homenaje convocado por la sección asturiana de CC OO que finalizó con la entrega por parte de los organizadores de una insignia dorada con el antiguo logo de la agrupación obrera para el Alcalde y los miembros sindicalistas de Zamora.
No fueron los únicos presentes en el campo santo. Como es habitual, los zamoranos se agolpan en el cementerio de San Atilano para poner todo a punto en vistas a un día tan importante en el calendario.
Limpieza de sepulturas y engalanamiento con ramos y distintas composiciones florales son la tónica habitual en los preparativos. Un ir y venir constante de gentío que hasta en ciertas ocasiones obligan al cuerpo de policía municipal a regular el tráfico y cortar la entrada al aparcamiento.
El Ayuntamiento de Zamora no ha dejado escapar la ocasión y ha preparado al cementerio de San Atilano para la cita.
Un total de 16.750 euros destinados a la renovación del retablo central de la capilla y las palistras de madera del pórtico. Un gasto imprevisto ocasionado por el deterioro de ambos elementos, consecuencia de un ataque de termitas que ponían en serio riesgo la integridad de los elementos.
El retablo era el que peores condiciones presentaba, de forma que alguna de sus partes amenazaba ruina inminente. Un aspecto tan desgastado que anunciaba el desprendimiento de una columna lateral, pudiendo ocasionar daños mayores como el derrumbe de todo el conjunto.
Pese al mal estado en el que se encontraba el retablo, la imagen de San Atilano no se ha visto dañada y los operarios que han llevado a cabo la restauración ya han colocado la figura en su lugar de origen.
Las palistras del pórtico corrieron una mejor suerte, su estado no era tan deficiente como el del retablo y ha pasado por un tratamiento contra las termitas antes de su recolocación.
La fecha siempre suscita interés y aglomera a cientos de personas. La recuperación de aforos en los espacios abiertos y la mejora en los datos COVID apuntan a una alta asistencia por parte de los zamoranos y zamoranas, que ya se han dejado ver estos días por el recinto.
Todo estará listo, los trabajadores del Ayuntamiento realizan en estos días labores de limpieza y adecuación general del entorno, tanto de la capilla como los alrededores e interior del cementerio.
