Zamora está llena. El casco antiguo, los lugares turísticos, las terrazas y los restaurantes muestran una estampa de normalidad apenas quebrada por la presencia de mascarillas en las zonas con más aglomeraciones y en los espacios interiores. El puente del Pilar ha atraído a numerosos visitantes y también a los hijos de la tierra que residen fuera, lo que ha dado lugar a una fotografía de la ciudad que resultaba inimaginable hace apenas unos meses.

Este es el resultado del exitoso proceso de vacunación, que ha provocado un descenso acelerado de la incidencia, ha favorecido el final de muchas restricciones y ha hecho más agradecida la convivencia con este escenario de “riesgo controlado” en el que se maneja Zamora. La tasa de contagios se sitúa ahora en 21 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días; justo hace un año, la cifra era de 327, y aún no se había disparado como lo hizo poco después.

En todo caso, en octubre de 2020, la situación epidemiológica ya había obligado a las autoridades a tomar determinadas decisiones. Entre ellas, el cierre perimetral de la Comunidad de Madrid en torno a este festivo, lo que provocó un bajón importante en el número de desplazamientos hacia la provincia. Esa restricción, unida al miedo al incipiente repunte del virus, provocó un puente “desastroso” para Zamora el año pasado.

Así lo indicaron, en su momento, los responsables de los hosteleros, que cifraron las reservas en apenas un 15% y que expresaron su preocupación por un escenario que siguió oscureciéndose en el camino hacia el final del año. Aquel golpe para el sector llegó tras un oasis veraniego que también se ha percibido este año. La diferencia es que, esta vez, esa mejoría sí está teniendo continuidad después de agosto, acompañada por el buen tiempo y por el ánimo de la gente, ávida de ocio tras verse forzada a convertirse en hogareña durante el pasado otoño.

La seguridad de los visitantes y de la ciudadanía en general también se está viendo reforzada por la ausencia de sobresaltos en relación al virus después del fin de ciertas restricciones. Ya hace semanas que el ocio nocturno funciona dentro del nuevo contexto de “riesgo controlado” y que el control de los aforos se ha ido relajando de la mano de los datos epidemiológicos. No hay señales que hagan pensar en una sexta ola.

Con todo ese cóctel de factores positivos, el puente del Pilar de 2021 se está convirtiendo en el del regreso a una cierta normalidad, según indicaron los propios hosteleros. La ocupación de los hoteles ronda el 100%, solo hay que mirar alrededor para detectar el buen ritmo de consumo y los locales de la capital están funcionando en un contexto de alta intensidad.

Lo cierto es que todo apunta a un despegue en el sector, de la mano de la llegada de los turistas. Las instituciones tratarán, igualmente, de hacer lo suyo con campañas de captación de cara a los próximos puentes y con inversiones que permitan posicionar bien a Zamora dentro de los mercados de interior. La ciudad y la provincia confían en llenarse de visitantes también durante los fines de semana más cortos.

De este modo, con la situación sanitaria encarrilada y con el turismo en fase expansiva, cuesta mirar atrás para situarse en el punto en el que se hallaba Zamora tal día como hoy hace un año. A finales de octubre de 2020 llegaron el toque de queda a las diez, los cierres perimetrales y las restricciones a la hostelería. Después de Navidad, la situación fue a peor. Ahora, las perspectivas de todos invitan a pensar en un año de recuperación y de fortalecimiento.

La vacunación seguirá en marcha para proteger a los vulnerables

El grueso del proceso de vacunación concluyó al final del verano. El cierre de Ifeza como recurso sanitario simbolizó esta realidad en Zamora, después de ejercer como centro de inmunización de los habitantes de la provincia durante meses. Ahora bien, la aplicación de terceras dosis sigue en marcha para tratar de proteger a las personas más vulnerables. En esa línea, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, confirmó este sábado, durante un acto en Zamora, que la práctica totalidad de los habitantes de las residencias habrá recibido la tercera dosis de la vacuna a lo largo de esta semana. Con este paso adelante, los siguientes en recibir el nuevo pinchazo serán los mayores de 70; más tarde, las personas de entre 65 y 69 también recibirán una nueva dosis. En total, si no se incorporan más grupos, casi un tercio de los zamoranos contará con esta vacuna extra.