Ecocultura 2021 ya es historia. La feria echó el cierre este domingo con una mayor afluencia de público a las instalaciones de Ifeza y con la satisfacción de haber regresado después del año de ausencia que trajo consigo la pandemia. Hay que recordar que, en octubre de 2020, las autoridades competentes determinaron que no resultaba seguro organizar este tipo de eventos en zonas interiores y optaron por suspender la cita.

Un año más tarde, la respuesta de los zamoranos y de los visitantes ha sido positiva, teniendo en cuenta que todavía median ciertas restricciones como el uso obligatorio de mascarilla en interiores o la exigencia de mantener una distancia de seguridad de metro y medio. Aun así, especialmente este domingo, Ifeza ha mostrado un aspecto que se aproximaba al de ediciones anteriores, con filas de gente en los pasillos, ventas a buen ritmo y mucho interés por los productos ecológicos.

No en vano, una de las señas de identidad de la feria es la presencia de productos saludables, de calidad y, en ocasiones, muy llamativos. Ahí aparecen los quesos elaborados con distintas técnicas, los dulces preparados a base de frutos secos y otros elementos naturales o las creaciones artesanales de cervezas o harina, por poner solo algunos ejemplos.

En ese sentido, el marco de Ecocultura ha permitido a muchos de los productores dar a conocer sus creaciones o incrementar su volumen de ventas y de contactos, en función del objetivo concreto que buscaran en la muestra. Hay que recordar que en esta feria conviven negocios asentados y con una larga trayectoria en sus respectivos sectores con otros que están tratando de dar sus primeros pasos y que hallan aquí un escaparate idóneo para captar clientes.

Además, aunque Ecocultura ha contado con un nutrido grupo de expositores zamoranos y del resto de Castilla y León, también ha destacado la presencia de empresas procedentes de otros lugares de España, como la Comunidad Valenciana, que tenía seis stands, y también de Portugal, que ha estado representada por once puestos y que tuvo la posibilidad de presentar de manera especial sus productos durante la tarde del sábado.

Últimas actividades

En cuanto a las últimas actividades del domingo, más allá de la Ecocarrera, que espoleó la llegada de visitantes a Ifeza, también se organizaron varios shows de cocina protagonizados por productores y cocineros zamoranos, hubo un hueco para el teatro y los títeres, se sirvió una chocolatada con materia prima de un obrador ecológico y hubo espacio para una conferencia sobre los germinados, “el súper alimento vivo”.

En definitiva, una agenda intensa hasta el último minuto que sirvió como broche a una cita que ha regresado con vocación de permanecer en el tiempo a partir de ahora. Si no hay sustos de por medio, Ecocultura regresará a Ifeza para la edición de 2022.