“La universidad ha sido tu vida, primero como catedrático en la USAL y después como director de la UNED en Zamora”. Ese puede ser perfectamente el resumen de la trayectoria profesional de Juan Andrés Blanco, quien ayer recibió un caluroso y emotivo homenaje por parte de compañeros y amigos en el acto de apertura del curso 2021-2022. Su sucesor, Antonio Rodríguez, junto a Raquel Espada, hicieron de maestros de ceremonias, dando paso a todas las personas —a través de carta, grabaciones de vídeo o incluso en directo— que quisieron destacar la figura de Blanco, comenzando por el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, y sumando otras figuras como el historiador Paul Preston o el cineasta Benito Zambrano, junto a compañeros de la UNED o representantes de las casas de Zamora repartidas por el mundo, que han tenido desde hace décadas un contacto directo con uno de los mayores estudiosos de la emigración de Zamora y de Castilla y León, sus consecuencias y los beneficios que todavía pueden reportar a la tierra de la que salieron.

El exdirector tomó la palabra para mostrar su agradecimiento. | J. L. F.

Una de las intervenciones más entrañables —por la cercanía y la amistad que se procesan desde hace tres décadas— fue la de la magistrada Esther González, que calificó a Juan Andrés de “amigo y compañero de vida”, agradeciéndole que le mostrara una faceta profesional, la de la enseñanza, de la que se enamoró y firmando su discurso con un abrazo.

Y aunque Blanco no abandona del todo la UNED ni la docencia, puesto que ahora toma las riendas de la nueva cátedra de la universidad a distancia zamorana sobre Población, Vinculación y Desarrollo, el homenajeado quiso subir al escenario del Ramos Carrión para nombrar a todas las personas que le han acompañado en este camino de más de treinta años en la UNED de Zamora, sin olvidar tampoco a las instituciones y empresas que han apoyado diferentes proyectos de la universidad, para finalizar su intervención asegurando que la elección de su sucesor, Antonio Rodríguez, “ha sido todo un acierto, porque él, como Florentino Ariza, el protagonista de “El amor en tiempos del cólera”, de Gabriel García Márquez, que pasó por todos los niveles de la empresa, ha sido desde estudiante de la UNED hasta profesor, tutor y coordinador del aula de Benavente”, lo que le confiere tablas suficientes para continuar con el trabajo de Blanco.