El sindicato CSIF cifra en el menos dos mil médicos y 4.500 de enfermeras las necesidades del sistema en Castilla y León además de otros profesionales de unidades de apoyo (fisioterapeutas, odontología, protésicos, psicología, matronas, etc.). El dato figura en la propuesta para la reforma de la Atención Primaria de la comunidad, que el sindicato ha presentado y con la que quiere influir en el proceso abierto por la consejera de Sanidad Verónica Casado.

La formación pide que el presupuesto de Atención Primaria debe aumentar en torno al 20-25%, de una manera escalonada, “pero con una voluntad política firme”.

“Hay que aumentar de manera significativa la capacidad de resolución en Atención Primaria y para ello, es necesario ampliar y homogeneizar el acceso a técnicas diagnósticas y terapéuticas, y a recursos tecnológicos”, figura en otra de las medidas propuestas.

CSIF aboga por “dar opción al personal médico y de enfermería de área a que se integren de forma voluntaria en los equipos de Atención Primaria de las zonas básicas de salud, respetando a los que no quieran realizarlo”.

En cuanto a la conciliación familiar, “hay que facilitar exenciones de guardias a los progenitores con hijos menores de un año, retribuidas mediante prorrateo; así como permitir la lactancia acumulada sin detraer días, por no realizar jornada complementaria en ese periodo”.

El sindicato defiende la necesidad de “reducir al máximo las tareas burocráticas de la consulta, que actualmente suponen en torno al 30% de sus cargas de trabajo”.

Los programas informáticos diseñados para centros urbanos, dice, “son solo parcialmente válidos para zonas rurales. No se han adaptado a sus necesidades. Para empezar, en numerosas comarcas y municipios de la comunidad no hay acceso suficiente a Internet”.

Por ora parte, “hay que facilitar al personal de Atención Primaria un sistema único y común de historia clínica informatizada, o repensar el módulo de receta electrónica para adaptarla a las necesidades de pacientes y profesionales”.

CSIF pide también que se establezca un sistema retributivo “que acabe con el modelo del número de cartillas por facultativo, que sea más equitativo, que tenga en cuenta la demanda asistencial y la frecuencia de esa atención, como ocurre con los usuarios mayores y crónicos. Se puede tener una mayor presión asistencial y, sin embargo, contar con menos tarjetas asignadas.

El sindicato también propone medidas para desgravar por el uso obligatorio del coche particular para los desplazamientos, retribuir la acumulación de cupos (cuando un médico tiene que hacerse cargo de sus pacientes y los del compañero ausente), horas de formación, la realización de actividades de salud pública, potenciar la investigación e incentivos para las zonas de difícil cobertura.