“Putos 30” es el espectáculo de humor que este domingo (20.30 horas) ofrece la monologuista María Simón en el Ramos Carrión.

–¿Qué se esconde en un título tan contundente?

–Mi personaje está haciendo una catarsis personal de todo lo que implica cambiar de década y todo lo que percibe en sus amigas, en su familia y cómo se siente ella. Parece que tienes que tener ya el trabajo y la familia de tus sueños. Ella no tiene nada de eso, pero tampoco lo quiere. También habla del cuerpo y de cómo estamos condicionadas las mujeres a tener una talla, estar siempre guapas y ser educadas.

–¿El secreto está en tomarse toda esta situación con humor?

–Con humor y pudiendo hablar sin tapujos, porque son conflictos o pensamientos que pasan por la cabeza, aunque luego le des poca importancia. Por ejemplo, cuando de repente empiezas a cumplir años, aunque nunca te haya interesado ser madre, te lo terminas planteando por esa cuenta atrás.

–¿La sociedad mete mucha presión?

–Por supuesto. Las redes sociales además estimulan a que tú estés todo el rato mirándote y comparándote, parece que solo cuenta poner la foto bonita y eso se sigue fomentando.

–Es su tercera temporada con esta obra, ¿cuáles son las reacciones de la gente?

–He tenido de todo, desde gente que venido con más edad y te explica que le sigue pasando lo mismo y es muy divertido hasta un sector que se siente ofendido por que una chica diga tantas borderías, porque utilizo un lenguaje muy loco e incluso soez, pero el personaje se decidió que fuera así. Es una tía de barrio diciendo todo lo que se le pasa por la cabeza.

La humorista María Simón, sobre el escenario Cedida

–¿Y es complicado llenar una sola el escenario?

–En este caso, es un monólogo un poco atípico, porque la técnico, Jaione Azcona es una personaje más, me dirijo a ella, también participa y hace voces. Yo soy la cara visible, pero para mí es un trabajo de dos y ella es una actriz fantástica. Hacemos un tándem muy chulo.

–¿La mujer está ganando terreno en la comedia?

–En esta última década ha habido monologuistas súper potentes que han abierto el camino, pero sigue habiendo un desnivel entre hombres y mujeres cómicos, sobre todo por la edad. A mí muchas veces me pasa que me consideran demasiado joven y no lo entiendo, como si tuvieras que tener 45 años para ser cómica.

–¿Qué pensó de la polémica de La Chocita del Loro, cuyo gerente afirmaba que el nivel de humor femenino era mucho más bajo?

–Estoy totalmente de acuerdo con todas las compañeras que se levantaron contra estas declaraciones. Creo que hay mucho arte, cómicas espléndidas como Martita de Graná, pero tenemos un camino mucho más complicado, se nos critica mucho más el humor que hacemos y se nos cuestiona mucho más la temática que elegimos para hacer comedia.

–¿El humor ha servido de medicina en esta época de pandemia?

–Personalmente, he recibido muchos mensajes de agradecimiento por hacer reír en estos meses, de gente que realmente lo necesitaba. Eso me ha hecho tirar en este año y pico, que ha sido muy duro, porque hemos trabajado el doble para cobrar la mitad. Ha sido una época muy complicada, pero creo que ha merecido la pena, porque he tenido una respuesta de gente que también me ha ayudado a mí.