El Colegio de Economistas de Zamora, Valladolid y Palencia (Ecova) ha pedido que los futuros incrementos del Salario Mínimo Interprofesional sean “coherentes” y “responsables” en el tiempo para que no tengan un impacto negativo en la creación de empleo, como han señalado también voces autorizadas de la patronal. Así lo ha defendido el director del Servicio de Estudios Económicos de Castilla y León, Juan Carlos de Margarida, quien ha apuntado al objetivo de que los puestos de trabajo paralizados por expedientes temporales de regulación no se conviertan en despidos a la salida de la crisis derivada del coronavirus. A este respecto, los economistas ven clave la “formación”, especialmente para aquellas personas de baja cualificación, quienes encontrarán más dificultades para acceder al mercado laboral si la situación perdura. Frente a eso, desde Ecova abogan por aprovechar los fondos europeos para implementar políticas activas de inserción.

Juan Carlos de Margarida ha presentado los datos recogidos por el Observatorio Económico de Castilla y León correspondientes al segundo trimestre de 2021, en los que se pone negro sobre blanco la “necesidad” de ajustar la deuda pública de la comunidad una vez recuperados los niveles del Producto Interior Bruto previos a la pandemia del COVID. Para ello, según el Ecova, resulta “fundamental” la reducción del gasto público estructural de la región, de manera que “habría que diseñar una estrategia de ajuste a medio y largo plazo” para su corrección.

De Margarida ha pedido certidumbre para dar estabilidad al crecimiento económico existente, al considerar que este escenario tan solo se puede mantener “durante un breve periodo” antes de que llegue a los ciudadanos “una desconfianza” que detenga la actividad. “El que mueve toda la economía es el ciudadano y necesita sentirse seguro de su empleo, de la gestión que se hace de los recursos públicos y de que hay una buena aplicación de todas las actuaciones públicas y privadas, sin olvidar fuertes dosis de precaución y el compromiso de la sociedad. Si atisba cualquier duda, para el motor de todo”, ha expresado.

Pese a todo, desde Ecova han apuntado a un escenario de recuperación “sin parangón” en el conjunto de la comunidad autónoma, con un segundo trimestre del año mejor de lo previsto en el que se ha registrado un aumento del consumo por parte de las familias. Aunque, en las últimas semanas, habría regresado esa sensación de fragilidad. “El incremento de las materias primas y de los suministros, la subida imparable del coste de la electricidad y el aumento del Salario Mínimo Interprofesional motivan que el final de 2021 y el año 2022 estén repletos de incertidumbre”, ha señalado.

En opinión de De Margarida, el peligro de que haya una estanflación ha disminuido “considerablemente”, aunque todavía hay riesgo de un incremento de los tipos de interés. Por eso, entre las recomendaciones planteadas por el Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora está crear empleo “y no destruir el que ha ido a parar a los ERTE”. De ahí que los fondos europeos resulten “determinantes” a la hora de aplicar políticas activas de empleo que sean “eficaces y eficientes” al mismo tiempo.

En lo tocante a las empresas, Juan Carlos de Margarida ha manifestado que, a raíz de la pandemia, deberían plantearse “una reestructuración de sus negocios” que pasaría por ciclos productivos más cortos, una mayor deslocalización y un incremento de los costes laborales, dado que las compañías requieren “un personal más cualificado para hacer frente a las nuevas realidades existentes”. Todo ello conlleva, además, aumentar la inversión en digitalización y transición energética y pensar en el medio y largo plazo. “Nunca se puede pensar a corto plazo, porque la competitividad y la innovación se mira siempre en el horizonte”, ha detallado.