Reconocen que 2020 ha sido un año complicado para mantener el número y nivel de sus proyectos, pero agradecen la solidaridad de los zamoranos, que ha posibilitado que la recaudación de fondos en un año de pandemia no se haya visto muy alterada. Manos Unidas de Zamora logró el pasado año 239.112 euros de ingresos, la mayoría de ellos provenientes de sus más de siete mil socios —que donaron 59.609 euros— y de particulares, con los que se suma otros 45.122 euros.

La presidenta de la delegación de Manos Unidas en Zamora, Milagros Morata, apreció también el empujo que da a los fondos de la delegación la campaña del Bocata Solidario. El pasado año supuso una donación de 29.138 euros, y contó con la colaboración del Ayuntamiento de Zamora, establecimientos de alimentación, centros de enseñanza, el Seminario de San Atilano, el módulo de restauración del CIFP Ciudad de Zamora y Asprosub. “Todos ellos fueron imprescindibles”, aseguró Morata, para el éxito, un año más, del Día del Ayuno Voluntario.

“Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú” fue el lema de la campaña del pasado año. Hasta marzo, época del confinamiento, Manos Unidas pudo hacer campañas de sensibilización en colegios, parroquias e instituciones públicas, además del lanzamiento de la propia campaña y el mencionado Día del Ayuno Voluntario con la Operación Bocata, además de actividades de educación para el desarrollo y captación de fondos que han sido bien destinados.

Así, englobados en Operación Enlace, la delegación zamorana pudo financiar con fondos propios cuatro proyectos durante el pasado año, comenzando por la mejora de la calidad de la enseñanza primaria en Senegal, gracias a la solidaridad de ciudadanos de Toro, Guareña y Tierra del Vino, que donaron 28.190 euros.

Zamoranos de la capita, Aliste y Sayago reunieron más de 39.000 euros para un proyecto sobre producción hortícola sostenible de una cooperativa femenina en Boghé (Mauritania), mientras que donantes de Benavente, Villalpando y Tierra del Pan superaron los 27.500 euros para la mejora de la atención médica infantil en Makunka (Zambia). Manos Unidas Zamora también financió con poco más de 35.000 euros —gracias a las aportaciones de Zamora y Benavente— un proyecto de mejora de las condiciones educativas de niñas tribales en Majhapara (La India).

Aparte de estos proyectos propios, la delegación provincial, con ayuda de la Junta de Castilla y León colaboró en la cofinanciación de dos programas humanitarios más. Uno se centraba en el impulso a la producción agroecológica, comercialización y generación de ingresos en Djinaky (Senegal) y Zamora aportó cerca de once mil de los más de 182.000 euros que cuesta. El otro era la segunda fase de un proyecto de diversificación productiva y gestión integral de los recursos en Perú, financiado por la administración regional con un importe total de 35.316 euros, de los que 2.118 corresponden a Zamora.

El vicario de Pastoral Samaritana, Antonio Jesús Martín de Lera, también participó en la presentación de la memoria de Manos Unidas de 2020, subrayando el papel de esta organización eclesial “fundada para emprender proyectos de desarrollo en los países pobres” y la capacidad de interrogar “sobre nuestra manera de vivir, puesto que los problemas globalizados nos afectan a todos”, apuntó.

Con respecto a la delegación zamorana, Martín de Lera reconoció que el año pasado fue “complicado” porque afectó a su habitual manera de funcionar, teniendo que suspender campañas y acciones ya consolidadas, “pero pudieron seguir apoyando proyectos de desarrollo y campañas de sensibilización para dar un toque de atención sobre las necesidades del mundo”, aplaudió.