A partir del martes no habrá restricciones de aforo en ninguna actividad, por lo que bares, restaurantes, discotecas, pubs, comercios, centros comerciales y en general todo tipo de actividades se podrán desarrollar sin el límite del 75% de ocupación actual. Eso sí, hay que cumplir con normas como la de llevar mascarillas en sitios cerrados y mantener la distancia de seguridad, lo que en la práctica dificulta las aglomeraciones o impide, por ejemplo, bailar en la pista de una sala de baile, salvo que uno esté solo.
El Consejo de Gobierno de la Junta tomaba en su reunión habitual de los jueves el acuerdo que entrará en vigor, tras su publicación en el Boletín Oficial autonómico, en la media noche del lunes al martes (las 0.00 horas del día 21) y que supone la eliminación de restricciones referidas a aforos y horarios y el mantenimiento de las medidas preventivas de tipo general, referidas al uso de la mascarilla, a la distancia social de seguridad y al lavado de manos, entre otras.
Los horarios de cierre de los establecimientos no quedan sujetos a las restricciones del coronavirus, pero deben respetar lo que establezca la licencia municipal correspondiente.
La buena evolución de la pandemia, con un descenso de la incidencia (una de las menores de España) entre otros indicadores de riesgo, la buena situación de la ocupación hospitalaria y el hecho de que el porcentaje de población vacunada esté ya claramente por encima del 80% y con posibilidades incluso de alcanzar el 90% en un futuro no demasiado lejano, a permitido a la Junta eliminar el hasta ahora vigente nivel 1 de riesgo, que era en más laxo de los previstos en el Semáforo COVID, pero no el paso a la nueva normalidad, algo parecido al modo de vida anterior a marzo de 2020.
Nuevo término
La fórmula se llama ahora situación de “riesgo controlado” que, además es reversible ante un hipotético empeoramiento de la situación o la llegada de una indeseada sexta ola.
Decae el nivel 1 vigente desde mediados de julio, con lo que se pone fin a las limitaciones sectoriales referidas a aforos y horarios, manteniéndose, eso sí, las recomendaciones y obligaciones generales para la prevención de la pandemia: uso obligatorio de la mascarilla en espacios cerrados de uso público y en abiertos cuando no sea posible mantener el metro y medio de distancia social de seguridad, ventilación de espacios y lavado frecuente de manos; continuidad en las medidas generales de higiene y prevención aplicables a todos los establecimientos, locales de negocio, instalaciones y espacios de uso público y actividades de carácter público; y para el control de aforo y entrada, salida, circulación y presencia de público espectador o asistencia en establecimientos, con el fin de evitar aglomeraciones y asegurar el cumplimiento de la obligación de mantener la distancia de 1,5 metros de seguridad interpersonal.
Fútbol, escuelas y residencias mantienen las limitaciones
La eliminación de las medidas restrictivas deja fuera algunos ámbitos sensibles, como el de las residencias de mayores y los centros educativos, que mantienen los protocolos en espera de que se pueda suavizar alguna medida en el caso de que la evolución continúe a mejor.
También quedan fuera las medidas restrictivas que haya aprobado el Gobierno para todo el país. Por ejemplo, la entrada en vigor del acuerdo de la Junta no lleva aparejada la derogación de las “Medidas para los eventos deportivos multitudinarios, incluidos los de la Liga de Fútbol Profesional y la Liga ACB de Baloncesto”, aprobadas para el conjunto del Sistema Nacional de Salud y cuya vigencia está definida en su propio articulado hasta el próximo 30 de septiembre.
La vigencia de esta situación de riesgo controlado en Castilla y León se establece desde su fecha de entrada en vigor, el próximo 21 de septiembre y hasta que finalice la actual crisis sanitaria en el territorio nacional, salvo que la evolución de los indicadores de riesgo nuevamente exija la declaración de alguno de los niveles de alerta sanitaria pandémica establecidos. Y es que, recordó el vicepresidente Igea, la denominación de “riesgo controlado” lleva implícita que el virus sigue estando ahí, no ha desaparecido, por lo que hay que continuar manteniendo unas mínimas precauciones por más que la inmunización que proporciona la vacuna sea más que esperanzadora para evitar un nuevo repunte.
