Los establecimientos comerciales de la provincia de Zamora cumplen con la normativa establecida para frenar el avance del coronavirus. Eso, al menos, se desprende de las inspecciones periódicas realizadas por la Junta de Castilla y León que se han saldado sin denuncia alguna durante el último año. El Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía comenzó con su campaña de vigilancia el 18 de septiembre de 2020 y desde entonces ha ejecutado visitas semanales de forma constante, sin haber tenido que multar por posibles incumplimientos.

La delegada territorial de la Junta en Zamora, Clara San Damián, ha señalado que las inspecciones han dado como resultado que “tanto el comercio minorista como las grandes superficies son seguros ante el COVID”. A juicio de la representante, los controles “son muy exhaustivos”, algo que resulta necesario “para asegurar que estos establecimientos cumplen con las medidas sanitarias”.

Pese a que no se ha abierto ningún expediente sancionador hasta la fecha, los controles mantendrán su periodicidad y serán continuos en el tiempo “para velar por la seguridad de los trabajadores, los consumidores y los usuarios”. De acuerdo a los datos aportados por la administración, del total de establecimientos visitados, a un 49% de ellos se les ha remitido un aviso para que subsanaran las deficiencias de carácter menor encontradas, mientras que el resto cumplían con la totalidad de las normas.

Entre los fallos más comunes detectados en los establecimientos se encuentra el de no disponer de cartel indicador del aforo del establecimiento, no señalar la distancia interpersonal dentro del establecimiento, no disponer de Plan de Medidas documentado o no indicar la circulación de clientes para garantizar las medidas de seguridad, entre otros.