Las residencias de ancianos zamoranas enfrentan una escasez de enfermeros, que dificulta cubrir los servicios mínimos de enfermería que estos centros necesitan. Ha sido tras el aumento de demanda de la Sanidad pública de estos profesionales provocada por la pandemia cuando la búsqueda, que “siempre” ha sido compleja, según Andrés Pérez, presidente del Colegio de Enfermería de Zamora, se ha vuelto aún más espinosa.

Las residencias de ancianos están obligadas por ley a cumplir la ratio mínima marcada desde la Junta, que señala que debe haber al menos 2 horas diarias de prestación de servicios de enfermería por cada 25 usuarios, a lo que se suma de manera “adicional” una hora de prestación “por cada 8 usuarios o fracción”. Son varios los centros zamoranos que encuentran dificultades en asegurar las horas.

La solución que permite salir del paso a las residencias de ancianos ha sido contratar a enfermeros que ya trabajan para la Seguridad Social y que compaginan ambas ocupaciones. Tras la pandemia, es cada vez más complicado llenar el cupo de enfermeros necesarios para dar servicio a los mayores de estos centros.

Encontrar profesionales de enfermería para residencias “es difícil, pero no imposible”, tranquiliza el presidente de la Asociación Zamorana de Residencias de la Tercera Edad (Azarte), Manuel Ángel Huertas, que anuncia que el sector se está “nutriendo de profesionales portugueses” del otro lado de la raya. “Cuando no se cumple el ratio evidentemente es sancionable, es difícil encontrar profesionales para el sector publico, imagina para el privado”, subraya.

La falta de enfermeros siempre ha existido, aunque dice que la situación se ha agravado desde el inicio de la pandemia. Y es que la Seguridad Social “es mucho más atractiva que una residencia” para los enfermeros, explica la directora del grupo de residencias Niño Jesús, Amelia Fresnadillo, que señala que lleva un año sin cubrir una plaza de enfermería.

Para los enfermeros, salvo excepciones, el trabajo en el sector público es la prioridad, desde donde la demanda ha crecido como consecuencia de la crisis sanitaria.

Las condiciones en las residencias son menos halagüeñas que en la Seguridad Social, apunta el presidente del Colegio en Zamora, que aunque “ha mejorado mucho”, dice sobre la situación laboral de los enfermeros en el ámbito privado, aún “se cobra menos y se trabaja más”. Además, reconoce que lo que más perjudica a las residencias es la relación de puntos obtenidos, ya que por el mismo trabajo “se obtiene la tercera parte de puntuación que en el sector público” de cara a las listas de empleo.

El acuciante problema de falta de enfermeros en los centros para ancianos está a punto de empeorar, y es que la normativa de la Junta que regulaba la ratio de prestaciones por pacientes va a ser sustituida por una nueva que “superará ampliamente” las ratios actuales, subraya Huerta sobre una legislación vigente desde 2001 que quedará obsoleta próximamente.

Mientras tanto, estos profesionales tan demandados durante la pandemia, han elegido compatibilizar ambos sectores. Para conseguirlo, flexibilidad de turnos, horas sueltas, jornadas partidas, toda fórmula vale para conseguir la asistencia mínima en las residencias, lugares profundamente marcados por la pandemia.

Una “fuga” de enfermeros hacia otras comunidades autónoma

“Somos 1.250”, responde Andrés Pérez, presidente del Colegio de Enfermería sobre el número de especialistas en la provincia de Zamora. La pérdida de profesionales de la salud es una problemática urgente en la comunidad, en palabras de Pérez : “Hay una fuga hacia otras comunidades”, sentencia el presidente sobre la situación de los enfermeros en Castilla y León. Y es que, “la sanidad pública planea mal” en relación a la gestión de recursos humanos que se necesitarán en el sector en un futuro. Como resultado de esta gestión, Pérez señala que los contratos se hacen con poca antelación, y cuando sucede, “los profesionales ya se han ido a otro sitio”, comunidades autónomas como Cantabria en las que se “planifica muy bien”, empiezan a llamar antes, ofrece contratos más largos de hasta 6 meses y “pagan más”, Según la ratio estatal, “hacen falta 120.000 enfermeros”, alerta sobre las estadísticas nacionales, donde hay una ratio de 5,6 profesionales por cada 1.000 habitantes frente al 9 europeo.