“A veces nos centramos en lo difícil, en los defectos de los demás, de la cultura, de la sociedad y no vemos agradecidamente tanta bondad y tanto bien que hay entre nosotros”. Es la frase dicha por el obispo, Fernando Valera, en la presentación de la primera edición de los Premios San Atilano de la Diócesis de Zamora, que reconocerán la labor de personas e instituciones tanto dentro como fuera de la iglesia y que se entregarán en una cena solidaria que se celebrará el 2 de octubre a las 21.00 horas en el Seminario.

Los premios, presentados por el obispo, Fernando Valera, Juan Carlos López portavoz de la Comisión del año Jubilar “Raíces con esperanza” y Florentino Pérez vicario de Pastoral, tienen abierto hasta el 23 de septiembre el plazo de propuesta de candidaturas para las dos modalidades.

La primera es el Premio Eclesial San Atilano, dirigido a distinguir la labor de laicos, religiosos y religiosas, sacerdotes, parroquias, iniciativas pastorales, congregaciones religiosas, asociación de fieles y cofradías, u otras instituciones de carácter eclesial, por su testimonio constante de servicio y entrega a la diócesis. El obispo puso como ejemplo reconocer la labor de una persona que haya dedicado su vida a enseñar catequesis.

La segunda modalidad es el Premio Social San Atilano, dirigido a distinguir la labor de instituciones públicas, asociaciones civiles, e iniciativas o personas particulares cuya aportación repercuta en el bien común o el cuidado de la sociedad zamorana, en la que se encuentra integrada la diócesis.

El galardón será una figura de San Atilano patrono de la Diócesis de Zamora en piedra, obra del artista zamorano Ricardo Flecha Barrios. La recaudación de la cena solidaria irá dirigida al proyecto SED (misericordia) de atención a la mujer en exclusión o riesgo de exclusión.

La convocatoria del premio está encuadrada en los actos del Año Jubilar extraordinario, convocado al cumplirse los 900 años de la restauración de la diócesis. Fue en 1.021 cuando Bernardo de Perigod es elegido como primer obispo de Zamora después de que la diócesis fuera erigida en el año 900 por el obispo San Atilano y que quedará interrumpida a finales del siglo XI tras la conquista de Zamora por Almanzor.

Aunque nacidos al albur de la efeméride del 900 aniversario, los premios tienen una vocación de continuidad, por lo que habrá más ediciones.