Almaraz de Duero, Andavias, Breto, Cañizal, Entrala, Fariza, Fonfría, Fresno de la Polvorosa, Fuente Encalada, Fuentesaúco, Gema, Losacino, El Maderal, Malva, Matilla de Arzón, Melgar de Tera, Moraleja de Sayago, Morales de Toro, Muelas de los Caballeros, Olmillos de Castro, Perilla de Castro, Prado, Riofrío de Aliste, San Agustín del Pozo, San Martín de Valderaduey, Santa Colomba de las Monjas, Santa Croya de Tera, Valdefinjas, Villalcampo, Villalobos, Villalonso, Villalpando y Villar del Buey. Esta es la extensa lista de municipios en los que el paro, lejos de bajar, ha subido después de que decayera el segundo estado de alarma. Las variaciones no son severas, pero sí que llama la atención que ni el verano ni el fin de buena parte de las restricciones impuestas para luchar contra el virus hayan sido capaces de hacer que el empleo remontara en estas localidades. Por lo general, la lista está compuesta de pequeñas localidades en las que el entorno agrícola juega un papel fundamental y en las que apenas no hay servicios, nicho de empleo que, por tanto, no existe a no ser que se busque un puesto de trabajo en pueblos vecinos o en la capital. La tendencia no es, evidentemente, exclusiva de Zamora. A nivel regional y nacional el paro ha disminuido en los últimos meses como consecuencia de la conjunción que marca el fin del estado de alarma y el inicio del verano. Con todo, es de prever que el paro vuelva a subir con el fin de verano, como sucede cada año.