Tras el esperado verano, toca pensar en el momento de volver a empezar. Aunque aún quedan unos días para disfrutar del calor, la piscina o la playa, septiembre acecha a la vuelta de la esquina, y con él la rutina y el regreso de los más pequeños al colegio, con todo lo que ello conlleva. De nuevo, habrá que controlar los horarios, estructurar más las actividades y prepararlo todo para que el rendimiento escolar de los niños y adolescentes sea óptimo a lo largo del curso.

Una mujer compra varios cuadernos. | A. B.

En ese sentido, los prolegómenos del arranque siempre vienen marcados por la necesidad de hacer acopio de todo el material escolar preciso para que no haya sustos y todo esté en orden cuando suene el timbre y los pequeños de la casa se enfrenten a un nuevo reto académico, sea cual sea el nivel que les corresponda esta vez.

En ese sentido, normalmente los colegios proporcionan a los padres una lista con los materiales que sus hijos van a necesitar durante todo el curso escolar. En ella, vienen anotados desde los libros de texto de las diferentes materias hasta otro tipo de materiales como los libros de lectura obligatoria hasta, en muchos casos, la ropa deportiva o algún instrumento para las clases de música.

En ese sentido, hay que recordar que los más pequeños utilizan menos libros de texto en sus clases, ya que estas suelen estar centradas en el aprendizaje a través de manualidades. Aun así, en algunos casos, sí que deben adquirir algunos para unirlos en sus mochilas con otro tipo de elementos como pinturas y rotuladores, plastilina, tijeras o pegamento, más allá del “babi” o bata escolar.

Luego, a medida que se van haciendo mayores, los niños tienen normalmente un libro de texto por cada asignatura, además de un cuaderno por cada una donde irán realizando los ejercicios de cada materia. Además, en asignaturas como arte o plástica se siguen utilizando materiales para realizar manualidades. Numerosos colegios tienen además un chándal propio para las clases de gimnasia.

De ahí que, en la lista para estas edades, aparezcan necesidades como libros de texto por cada asignatura, cuadernos de apoyo, libros de lectura, materiales para manualidades como tijeras o pegamento, calculadoras, regla, escuadra, cartabón, compás, blocs de dibujo, diccionarios de español y de idiomas o ropa deportiva.

Ya en las últimas dos etapas escolares, los chavales siguen teniendo como material principal los libros de texto de cada curso, aunque también siguen usando los cuadernos para coger los apuntes de las clases. Pero también necesitan otros materiales de apoyo para las clases de arte, matemáticas, informática, geografía o idiomas. La lista de sus necesidades podría incluir libros de texto por cada materia, cuadernos de apuntes, diccionarios de español y de idiomas, libros de lectura para literatura, calculadoras, regla, escuadra, cartabón para matemáticas, blocs de dibujo, compás, carboncillos y otros elementos para arte, así como dispositivos electrónicos cada vez más utilizados, especialmente durante una pandemia que también obligará a incluir la mascarilla o el gel hidroalcohólico entre los elementos de uso habitual.

Ante estas amplias listas de materiales, el gasto suele resultar elevado para las familias, de ahí que convenga tomar medidas de ahorro como el reciclaje del material de años anteriores. Evidentemente, el nuevo curso no significa obligatoriamente que todo tenga que estrenarse. Los bolígrafos, gomas, pinturas o plastilinas que el curso pasado no se gastaron del todo pueden seguir utilizándose sin problemas.

En este capítulo, también aparece la opción de usar libros prestados o heredados. No en vano, los libros de texto suponen sin duda el mayor desembolso. Es un ahorro heredar los libros de los hermanos, primos o amigos más mayores para evitarnos este gasto. Actualmente, muchos colegios cuentan con un banco de libros en los que intercambiar los de los cursos anteriores por los nuevos.

Finalmente, también hay familias que aprovechan las ocasiones especiales para regalar material escolar: en lo cumpleaños de los pequeños o en las Navidades se puede aprovechar para regalar a los hijos cosas que posteriormente les harán falta durante el curso, como una mochila nueva, una calculadora, unas deportivas o un ordenador.

En definitiva, las familias cuentan con varios recursos para tratar de hacer más llevadera, desde el punto de vista económico, la vuelta al cole, aunque es cierto que existen algunos costes fijos inevitables y que muchas personas se ven obligadas a realizar un esfuerzo con la llegada de septiembre.