Entre el 26 de julio y el 25 de agosto de 2021, Zamora ha registrado veinte muertes a causa del coronavirus. Es decir, dos cada tres días. El último fallecimiento provocado por el COVID en el Complejo Asistencial se confirmó este miércoles y redondeó una cifra que deja patente que la pandemia sigue destrozando familias y robando vidas, aunque sea en menor medida que en las olas anteriores. Por poner en contexto la situación, en noviembre de 2020 se notificaron 102 decesos vinculados al virus; la vacunación ha evitado un regreso a esos datos dramáticos.

A pesar de todo, el impacto de la quinta ola queda patente con el incremento de víctimas en el Complejo Asistencial, desde las 437 a las 457 en los últimos treinta días. Además, cabe destacar que esta serie de fallecimientos por culpa del COVID se inició tras un mes previo en el que imperó la calma: sin decesos y con una cifra de contagios que se fue elevando a medida que avanzaba el mes de julio.

Con todo, cabe esperar que la progresiva reducción de la incidencia traiga consigo también un descenso en la cifra de muertes vinculadas al COVID en la provincia. Por lo pronto, esa circunstancia ya se está notando en las hospitalizaciones, que por fin van descendiendo. Actualmente, hay veinte personas ingresadas por culpa del coronavirus en Zamora.

La parte negativa de ese dato es que cinco de esos pacientes se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos, una cifra aún elevada que resulta más perjudicial aún para el Complejo Asistencial si se tiene en cuenta que hay otros cinco ingresados en la zona de críticos por otras patologías. La ocupación resulta preocupante.

Aparte de la situación hospitalaria, los datos del día facilitados por la Consejería de Sanidad dejaron veinte positivos más en la provincia, una cifra relativamente baja que contrasta con el incremento de los brotes activos. En estos momentos, hay 46 focos con 337 contagios vinculados en la provincia; son dos más que el martes.

Datos de incidencia

Con este panorama, las cifras de incidencia confirman la tendencia ligeramente decreciente que se percibe en Zamora. La tasa de contagios por cada 100.000 habitantes a 14 días ya es inferior a 300 y se sitúa en 296, mientras que la cifra de la última semana desciende a 136. Los datos son prácticamente idénticos a los de la media autonómica, lo que muestra que la inercia también es halagüeña en el conjunto de Castilla y León.

En lo referente a los municipios principales, las cifras son mejores, en general, que en el resto de la provincia. Así ocurre en la capital, donde la incidencia a 14 días se sitúa en 157 casos por cada 100.000 habitantes; 70 en la última semana. En Benavente, la tasa a 14 días es idéntica a la de Zamora, aunque se mantiene ligeramente por encima (95) si se cuenta solamente la evolución desde el miércoles pasado. En Toro, los datos siguen siendo preocupantes a 14 días, con una incidencia de 323 positivos por cada 100.000 habitantes, pero mejoran ostensiblemente en la última semana (69).

En este contexto, resulta esperanzador poner el foco en el proceso de vacunación, que sigue avanzando especialmente bien en la provincia de Zamora. De hecho, tras la aplicación de más de 1.800 segundas dosis a los nacidos entre 1997 y 1999, tres cuartas partes de los ciudadanos han completado ya el proceso de inmunización, más que en cualquier otra provincia de la comunidad autónoma.

Además, en los próximos días, Sanidad seguirá administrando las segundas dosis que faltan entre los mayores de doce años y continuará captando a la población que falta a través del sistema de la autocita. Por lo pronto, Zamora iniciará septiembre con más de un 80% de su ciudadanía inmunizada.

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