Lorenzo-Miguel Granados Fernández lleva en el cargo de presidente de la Cofradía de la Peña de Francia desde hace más de 20 años, casi los mismos desde que esta congregación religiosa volvió “a la vida”. Este año, la hermandad celebra su tradicional novenario en honor a su patrona, la Virgen de la Peña de Francia, en la que los parroquianos han tenido que adaptarse a las medidas y restricciones impuestas por la Junta de Castilla y León.

–¿Cuáles son los actos esperados para este año?

–Este año habrá los actos acostumbrados en la Parroquia de Cristo Rey. Del 31 al 7 de septiembre habrá la novena en horarios normales. El día 7 estará la imposición de la medalla a los nuevos hermanos, que este año de momento solo hay dos nuevas incorporaciones. Este mismo día se daba a besar al Niño, pero este año simplemente habrá una oración en su honor. El 8 se celebra la festividad de la Peña de Francia, el día de la natividad de Nuestra Señora, que comienza con el Rosario, la Novena y la Eucaristía, que será presidida por el Obispo de Zamora, Don Fernando Valera, y acompañados por el coro de la Parroquia de la Santa María de la Horta.

El 9 de septiembre se celebra una misa en recuerdo a los hermanos fallecidos y el 12, con motivo de la fiesta de la Exaltación de la Cruz, tendremos una misa en honor a Nuestro Santo Cristo del Perdón y de la Misericordia. Además, ese mismo día hay una comida de hermandad abierta a todos los miembros de la cofradía y a devotos.

–Durante las celebraciones de este año, ¿se añadirá alguna actividad novedosa?

–Este año, al igual que el anterior, por motivos sanitarios y por normativa de la Junta de Castilla y León, queda suspendida la procesión, por lo que hemos decidido celebrar un concierto como remplazo con la banda de música Nacor Blanco en la Parroquia de Cristo Rey.

–La ermita de Nuestra Señora de la Peña de Francia está en restauración. ¿Desde cuándo se encuentra en esta situación?

–Se cerró en febrero de 2020, mes en el que se trasladaron las imágenes a la Parroquia de Cristo Rey. Debido a la pandemia las obras se vieron afectadas y se paralizaron, aunque ahora mismo se encuentran próximas a su término. El punto conflictivo es que la empresa de construcción que se encarga de la ermita ya que tiene otras obras, por lo que la nuestra se encuentra paralizada de nuevo. Todos, tanto la junta directiva como los parroquianos, tenemos muchas ganas de que este trabajo se termine, ya que se acordó que a su remate la cofradía colocaría en los jardines próximos a la ermita un crucero con la imagen de Nuestra Señora de la Peña de Francia tallada en piedra y otra del Santo Cristo del Perdón y de la Misericordia.

De todas formas, no hay una gran urgencia para que termine, ya que, si las medidas sanitarias establecen que solo puede haber un 33% de ocupación dentro del templo, creemos que serían muy pocas personas, por lo que seguiremos en la Parroquia de Cristo Rey.

–¿Cuáles son las reparaciones que se han realizado en el edificio?

–En principio se arregló el tejado de la ermita que estaba en muy malas condiciones, ya que cuando llovía se colaba agua y parecía una piscina. También la Casa del Ermitaño, que era lo que más peligroso estaba, anexa a la ermita. El patio se ha limpiado y se le ha devuelto la piedra, porque con el paso del tiempo estas se encalaron.

Además, antes todo estaba en piedra, pero ahora en la ermita se dejará solo 12 metros para que se vea el material y cuando se pueda se devolverá poco a poco la roca.

–¿Quién financia todas estas construcciones y reformas?

–El presupuesto depende totalmente de la parroquia de Cristo Rey. Nosotros como cofradía no podríamos, aunque si hemos pensado en que, en la medida de lo posible, ayudaremos en lo que se pueda.

–¿No cuentan con subvenciones o ayudas por parte del ayuntamiento o cualquier otro organismo?

–En su día lo miramos en todas las entidades oficiales, pero no hubo manera. Al no tratarse de un edificio románico o sin ningún estilo, no recibimos ayuda.

–Este año parece que no habrá procesión, ¿cómo se siente la cofradía al respecto?

–La cofradía no se manifiesta porque los hermanos nos decían que ante todo querían garantizar la seguridad. Somos la junta directiva los que tenemos muchas ganas y los que hemos luchado para que se llevara a cabo. Lo teníamos casi tan claro que a la organización y a la banda que acompaña durante las procesiones les dijimos que este año la cofradía saldría a la calle.

El itinerario iba a ser mucho más corto. Queríamos la presencia de nuestra imagen en la calle, pero no ha sido posible, porque fue justo el 19 de junio cuando se publicó la norma que las prohibía y hace unos pocos días se prorrogó hasta el 30 de agosto.

Es una pena que no podamos celebrar la procesión, porque yo creo que, si tanto se busca la normalidad, e incluso en otros lugares, como en Andalucía, han sacado hasta tres procesiones en los últimos tiempos, la Junta o los organismos se equivocan al prohibirlas. Las procesiones son igual que otros establecimientos de cultura, deporte u hostelería, en los que podemos estar juntos con las restricciones. Con las medidas oportunas y la separación, creo que las procesiones tienen que volver a la calle, es algo tan normal como ir al teatro o sentarse en una cafetería.

–¿Aún quedan esperanzas de que las cosas mejoren y que pueda salir la virgen a la calle?

–En el boletín se señala que en caso de que haya cambios respecto a las restricciones y que, si la situación fuera a mejor, la junta directiva tomaría la última decisión de salir o no. De todas formas, este año está muy claro que no podremos salir, por lo que no hay esperanza de que esto mejore.

Quiero hacer un llamamiento a las autoridades competentes para que esto, al igual que se permite en Andalucía o en Valencia, también se vaya permitiendo aquí, ya que Zamora tiene que volver a buscar esa normalidad, sin cerrarnos o clausurar una manifestación religiosa de esta forma.

–¿Qué significado tiene la procesión para la cofradía?

–Para los devotos, la cofradía y el barrio es algo muy importante porque es la patrona, y como patrona le rendimos el culto. Además, la asistencia siempre es fervorosa y da gusto ver a tanta gente.

–En su carta del boletín afirma que renunciaría a su puesto como presidente de la Cofradía.

–Estaría dispuesto a renunciar al cargo como presidente si alguien más joven se presenta, sería una satisfacción. Es bueno que haya cambios, porque las personas que acceden nuevas traen sus ideas y proyectos, pero mientras no haya nadie, y yo pueda, seguiré en el cargo.

Si que quisiera incitar a los zamoranos y, sobre todo, a los que viven en el barrio de la Candelaria que se animaran a ser hermanos de la cofradía, ya que estamos buscando juventud para que tradiciones no se pierdan.