“Los jornaleros del viaducto: la vida de los trabajadores del viaducto Martín Gil” es el título que aglutina los dos artículos que el profesor zamorano Carlos Coca ha publicado recientemente en el conocido portal cultural digital serhistorico.net y que se centra en la labor de los trabajadores del puente ferroviario sobre el embalse de Ricobayo. Una historia que su autor ya contó hace algunos años en varios dominicales de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA y que ahora recupera y amplía para volver a darle voz en este prestigios portal de ámbito nacional, dedicado a la investigación histórica, literaria y antropológica.

Postal de 1934 con la imagen del viaducto como protagonista. | Cedida

La vida, el asociacionismo laboral, la represión franquista y las expectativas de aquellos jornaleros que construyeron el mayor viaducto de hormigón del mundo en su época, entre las localidades de Palacios del Pan y Manzanal del Barco, antes de la Guerra Civil, centran estos trabajos de investigación, que están acompañados de interesantes fotografías de época.

Detalle de las estructuras para la construcción del viaducto. | Cedida

Recordando la exposición que conmemoró los 75 años de la inauguración de esta estructura, organizada por la Asociación Ferroviaria Zamorana, Coca destaca el recorrido que se realizó por la historia de esta obra, “abarcando también los pormenores de los trabajadores del viaducto, quienes superaron en temporadas la cifra de 500 obreros trabajando simultáneamente”, calcula.

Imagen del viaducto Martín Gil, sobre el embalse de Ricobayo. | Emilio Fraile

Es por ese motivo que en aquellos años “la zona de convirtió en un verdadero foco industrial debido a las obras del viaducto y de la vía férrea, pero también de las grandes construcciones del Salto del Esla, que eran la misma presa de Ricobayo y Muelas, la construcción íntegra del nuevo pueblo de Palacios del Pan, el nuevo puente de Manzanal del Barco en la carretera provincial, el puente de la Estrella, así como los dos puentes de considerable dimensión que comunicaban Palacios con Valdeperdices y con Almendra del Pan, atravesando un brazo del pantano”, enumera el autor en uno de sus artículos.

Además, en las proximidades del viaducto se levantó un campamento para el alojamiento de los obreros, “donde residieron cientos de trabajadores, zamoranos y de otros lugares, que vivían en este poblado aledaño al viaducto con sus familias, donde hubo además oficinas, albergues, talleres o economato, mientras que otros alquilaban habitaciones en las casas de gente de los pueblos próximos”, describe, apoyándose también en el trabajo de Eduardo Martín González, del Foro por la Memoria de Zamora, para asegurar que entre ellos existía asociacionismo laboral, pero también “una terrible represión, sufrida durante el franquismo”.

Carlos Coca, autor de las investigaciones sobre el viaducto Martín Gil. Cedida

No solo zamoranos, sino que también asturianos, leoneses, sevillanos, cordobeses, madrileños o pontevedreses conformaban las brigadas de trabajo, a las que también se unían portugueses y franceses. El denominador común de todos ellos, según el investigador, era “una destacada politización, que dio lugar a la existencia de un poderoso movimiento obrero asociativo en las obras durante los años de la II República”, detalla. Las dos centrales sindicales presentes en ese tiempo fue la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la UGT.

El viaducto para el tren, que unió Zamora con Galicia, es conocido también popularmente por su topónimo, “puente de los Cabriles”, y ahora, gracias a la recuperación de estos dos artículos se ha redescubierto su intrahistoria para muchos lectores de este portal web.

El viaducto de Martín Gil sigue despertando interés entre todo tipo de expertos —desde historiadores hasta ingenieros— casi un siglo después del comienzo de su construcción. Buena prueba de ello es que a mediados de este mes de agosto la temática fue tratada en una conferencia ofrecida por el propio Carlos Coca en la vecina Salamanca, dentro de la XIII edición del Encuentro del Libro Anarquista, donde el zamorano presentó sus recientes estudios dedicados al movimiento libertario histórico en la provincia, incluyendo datos de los aspectos asociativos surgidos durante la obra del viaducto zamorano.